martes, 26 de junio de 2012

LAS TAPADAS o cuando no se sabe de costumbres pasadas


Leo hace pocos días, en una revista dominical, una entrevista a una escritora española (de las que escriben «novelas históricas»). 

En dicha entrevista declaraba, sin rubor, que ella es una «especie de detective histórico»

Vale, leído lo leído llego a la conclusión de que todos podemos ser detectives de la historia... con minúsculas, claro.
 
Me voy a saltar su comentario sobre la expoliación de las riquezas de Hispanoamérica por los Austria y la Iglesia Católica, principalmente por pobre y superficial, y porque ni soy historiadora y mucho tendría que leer sobre aquellos tiempos para opinar con fundamento. En cambio, sí quiero comentar el apunte que da sobre la sociedad del siglo XVII y que, según ella, era «como ahora es la musulmana: la mujer salía tapada y acompañada, era una esclava auténtica».


Como escribí por noviembre, en la entrada sobre Las tapadas, algunas mujeres utilizaron el manto simplemente para no marcharse el vestido y el cabello con el polvo de la calle, para protegerse del sol y, otras más díscolas, para no ser reconocidas. En este último caso sería algo así como un acto de pura rebeldía: para ir en contra de las buenas costumbres. Bien lejos de las tapadas entre las mujeres musulmanas.


 
Siglo XVII. Anónimo, la carrera de San Jerónimo desde el Prado, colección Marquesa de Santa Cruz, Madrid (paseo del prado de Madrid) (detalle)


Y si bien es cierto que las damas y mujeres de la burguesía (que no villanas o mujeres comunes) iban siempre acompañadas, como mínimo, por un escudero, esto se debía a que la seguridad en las calles no era precisamente como para ir solas. Los atracos y las violaciones ocurrían tanto o más como ocurren ahora, y hay que añadir que pícaros, ganapanes, bribones, vagabundos eran el pan nuestro de cada día: moscones insoportables que había que espantar a manotazos. Una mujer de buena familia caminando sola sería presa fácil, además de un disparate poco aconsejable. Esto no quiere decir que padres preocupados por la virginidad de sus hijas o que maridos celosos impusieran el uso de acompañantes (mujer entrada en años) allí donde ellas fueran. Así era la mentalidad de entonces, donde el marido se negaba a criar al vástago de otro.







viernes, 15 de junio de 2012

RESUMEN VISUAL DE LAS PRENDAS LLAMADAS CALZAS

https://opusincertumhispanicus.blogspot.com/2022/03/el-braguero.html 
EDAD MEDIA

CALZAS o MEDIAS-CALZAS: cortas a modo de calcetín o sobrepasando algo las rodillas, holgadas. 
Perdurarán hasta la aparición de las medias en el siglo XVI.

926. Beato de San Miguel de Escalada, colección Morgan Librery, Nueva York (detalle)

1430. Natividad, Nicolás Francés, Museo del Prado, Madrid (detalle)

CALZAS ENTERAS
Dos tipos:


1. hasta más arriba del muslo, sujetas a un braguero o a las bragas. A mediados del siglo XII se llevan muy estiradas. Y a partir del siglo XIII quedan completamente ajustadas a las piernas.

Siglo XI. Liber Comitis, Academia de la Historia, Madrid (detalle)

Hacia la mitad del XII. Mural procedente de la Iglesia de San Pedro de Sorpe, Lérida, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Calzas soladas ornamentadas y atadas con ligas. Hacia 1187-1200. Epifanía, talleres de Vic, Museo Episcopal de Vic, Barcelona  (detalle)

Segunda mitad XIII. Santa María de les Cabanesses, Cardet, Lérida (detalle)


Las calzas enrolladas por debajo de las rodillas se observa en la iconografía de todas las épocas. 1275. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)


2. la prenda cubre las bragas y adquiere la forma de los actuales leotardos. Va unida al jubón.
Aparición de una bragueta rudimentaria a modo de parche. 


 Finales del XV. Decapitación de San Juan Bautista, Maestro de Miraflores, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Después de 1490. Acacio y los 10.000 mártires en el monte Ararat, Francisco Gallego, Museo Meadows, Universidad Metodista del sur, Dallas (detalle)


RENACIMIENTO:

CALZAS ENTERAS: siguen usándose las de tipo leotardo.



Calzas enteras bandadas. H. 1525, Decapitación de San Juan Bautista, Alejo Fernández, Caylus (detalle)

MEDIAS-CALZAS: son las calzas medievales que llegan hasta las rodillas. Se llevan holgadas entre la gente del pueblo y muy ajustadas entre la gente que quiere vestir con distinción. Se llevan junto con las "calzas o muslos"

Hacia 1515-19, Abrazo en la Puerta Dorada, Maestro de Sigena o Sixena, Museo de Huesca (detalle) 

Las medias ajustadas irán en combinación con las bragas:

CALZAS-BRAGAS: la braga va ceñida al cuerpo y las calzas son muy ajustadas. La bragueta empieza a aumentar de tamaño.


Primer cuarto XVI. Maestro Alejo San Juan Bautista La danza de Salomé, procedente de Palencia, Galería Bernat, Barcelona (detalle)

Bragas con listas. Hacia 1520-30, escuela castellana, colección privada (detalle)

CALZAS propiamente dichas o MUSLOS: seguirá siendo el conjunto formado por las bragas y las medias-calzas o medias, pero las bragas sufre una importante transformación y se le llamará calzas o muslos. 
Se despegará de la pierna y llegará a abombarse. La bragueta es de gran tamaño, aunque a finales del siglo XVI disminuye hasta desaparecer
. 
Carlos V, Jacob Seisenegger, 1532, Kunsthistorisches Museum, Viena (detalle)


Archiduque Alberto de Austria, Frans Pourbus el joven, 1599, Convento de las Descalzas Reales, Madrid (detalle)

Medias: finales del XVI y siglo XVII. Llegaban hasta las rodillas. Eran de seda, algodón o lana. Bajo estas medias se ponían otras para que tuvieran consistencia. 


1634, Defensa de Cádiz contra los Ingleses,  Francisco Zurbarán, Museo del Prado, Madrid (detalle)

jueves, 14 de junio de 2012

LA VENTA DE LAS ARTES PICTÓRICAS

Como actualmente en el Rastro de Madrid, y supongo que en muchas otras calles de España, las pinturas desde la Edad Media se vendían en plena calle o en puestos determinados o tiendas. Hay testimonio de ello en una miniatura de las Cantigas de Santa María. Por aquel entonces se vendía tablas, siempre con motivos religiosos, para la devoción casera o para colocarlas en las hornacinas o repisas de las calles.  


La tienda que nos muestra la miniatura está bajo dos arcos y un poyete servía para exponer la mercancía.

Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio, hacia 1280-85, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid

Un ejemplo de cómo o dónde colocaban las tablas o cuadros en las casas lo podemos ver en este lienzo del siglo XVI.

Escena bíblica de la vida de Samuel y David, 1500-20, Maestros de la circuncisión de Schretlen, pintor flamenco activo en Sevilla, ¿Escuela andaluza?, subasta (detalle)

Los vendedores de cuadros eran pintores que no alcanzaban la fama. Unos por ser mediocres o realmente malos, otros por ser subestimados en su trabajo. Habría pintoras pero si no formaban parte de una importante familia de artistas, también sus cuadros serían vendidos al resguardo de las fachadas.

Un par de cuadros del siglo XVII nos muestra como las pinturas se exponían al público colgados o apoyados contra las fachadas de los edificios.

Se sabe que en Madrid se vendían en las gradas de San Felipe, enfrente de la Cárcel de Corte, en la calle de Toledo, de Barquillo y en la red de San Luis. Los pintores  que tenían taller y tienda también sacaban sus cuadros fuera.


Anónimo, hacia 1700, Palacio de Santa Cruz, antigua Cárcel de Corte, hoy sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, despacho del Introductor de Embajadores, Madrid (detalle)



Anónimo, plaza de la Cárcel de Corte, mediados del XVII, Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid





Un cuadro interesante y que vale la pena mostrar aquí es el pintado por José Claudio Antolínez donde aparece un "pintor de tienda o pintor pobre" o un "corredor de cuadros". Su aspecto harapiento nos da una idea de las condiciones de vida de unos o de otros.


Pintor pobre, José Claudio Antolínez, 1670, Antigua Pinacoteca, Munich, Alemania

Bibliografía:

  • Bruquetas Galán, Rocío: Técnicas y materiales de la pintura española en los siglos de oro. Fundación de apoyo a la historia del arte hispánico, Madrid, 2002.
  • Menéndez Pidal, Gonzalo: La España del siglo XIII leída en imágenes. Real academia de la Historia. Madrid, 1986.

viernes, 1 de junio de 2012

LAS CALZAS (I) en el hombre de la Alta Edad Media:

El término calzas(*) deriva de la palabra latina «calceus» que significaba zapato. 
Durante el siglo XI y XII las calzas o medias calzas hacía referencia a lo que ahora entendemos como un calcetín de tela que llegaba hasta la rodilla o la sobrepasaba algo.

Las calzas se tejían con lana muy fina o se hacían de lino. Para reyes y nobles también se confeccionaban en punto de seda (el punto era una técnica de elaboración muy cara).

Como veremos en la iconografía, los hombres mostraban las calzas gracias a que el vestido más popular del momento era corto.

  926. Beato de San Miguel de Escalada, colección Morgan Librery, Nueva York (detalle)

Calzas, la prenda que cubre los muslos puede ser una especie de "calzón". Liber Comitis o Commicus, antes de 1073, Real Academia de la Historia, Madrid (detalle)

Los colores fueron variados, sobre todo entre la gente pudiente: blanco (usado por religiosos y mujeres), negro, verde, rojo (las llamadas bermejas era propias de los nobles y por lo tanto las más apreciadas), anaranjado, azul. Entre la gente del pueblo el más usado fue el negro o el pardo. No fue raro que se llevara cada pierna de un color distinto (moda que perduró, también en otras prendas, hasta finales del XV). Algunas llevaban adornos. 

  «Calzas enteras».
1086. Beato de Burgo de Osma, Catedral de Burgo de Osma, Soria (detalle) 

En el siglo XII la pieza de tela se alargó llegando hasta la parte alta del muslo. Se ató entonces a un braguero que a su vez también sujetaba la braga. Su uso perduró hasta finales del XV. Pasó a llamarse «calzas enteras»

 Calzas enteras soladas ornamentadas y atadas con ligas. Hacia 1187-1200. Epifanía, talleres de Vic, Museo Episcopal de Vic, Barcelona  (detalle)

Calzas de colores.
H. 1123. Fresco de Santa María de Taüll (Lérida), Lucha de David y Goliat, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España (detalle)

Segunda mitad XII. Fresco de Santo Tomás Beckett mártir,  Iglesia de Santa María, Tarrasa, Barcelona (detalle) (imagen obtenida en Románico catalán)


En el siglo XIII las calzas se ajustaron a las piernas. Fue signo de distinción. Para que quedaran bien estiradas se forraban con otra tela o con cañamazo, por lo que eran poco flexibles.
Dada su dificultad de confección, aparecería el oficio de calcetero. 




Calzas soladas muy ajustadas a la pierna. 
1200. Tabla de altar de la Iglesia de Santa María de Mosoll, Lérida, taller de la Seu D’Urgell,  Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)



Calzas  enrolladas. 
H. 1280-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio,  Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid, España (detalle)


H. 1280-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio,  Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid, España (detalle)


Las calzas soladas o de soleta (ya presente a finales del XII, ver imágenes anteriores) era una calzas con una suela de cuero añadida en la planta del pie. De éste modo se podía usar sin la necesidad de utilizar otro calzado. Perduró hasta el siglo XV.
Ver el Martirio de Santa Catalina, pinturas murales de la iglesia de Santa María del Monte, siglo XIII, Liesa, Huesca en www.romanicoaragones


Calzas soladas y puntiagudas (moda que se impondría con más fuerza en el calzado y en ciertos tocados durante el siglo XIV), Libro del Ajedrez, Dados y Tablas de Alfonso X el Sabio, 1283, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)

Desde los primeros siglos de la Edad Media y hasta el XVII estar en calza y otra prenda interior según la época era estar desnudo.
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(*) En la entrada sobre Calzas o Muslos el término Calzas hace referencia a una prenda masculina del siglo XVI a modo de calzón que iba conjuntado con las medias-calzas.
Para una mayor compresión del desarrollo que sufrieron las calzas y su terminología ver un resumen aquí.




Bibliografía:
  • Astor Landete, Marisa: Valencia en los siglos XIV y XV. Indumentaria e Imagen. Colección "Estudis". Ayuntamiento de Valencia. 1999.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria medieval española. Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: II, Los hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC 1975.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
  • Menéndez Pidal, Gonzalo: La España del siglo XIII leída en imágenes. Real academia de la Historia. Madrid, 1986.
  • Vestiduras ricas: el monasterio de Las Huelgas y su época, 1179-1340. Revista de la Subdirección General de Museos Estatales. Patrimonio Nacional. Servicio de Publicaciones 1ª ed., 1ª imp. (03/2005).