lunes, 20 de enero de 2014

EL PEINADO en el siglo XVI

Hombres:
Durante los primeros 30 años se sigue la moda de finales del XV. Pero se dejará de lado en la cuarta década, salvo por aquellos que todavía se sienten cómodos con la melena larga.  
En la segunda década del siglo XVI vuelve el bigote entre la gente joven, y en algunos casos una pequeña barba. 

Cabellos largos, rizados y con flequillo. 1503. Retablo de Santa Ana de Sinovas, Maestro de Sinovas, Museo de Larreta, Buenos Aires (detalle) (imagen obtenida aquí)

Melenas largas. La de la derecha lisa y cortada de forma gradual de arriba abajo. 1500-1510. Joan Pau Guardiola, subasta (detalle)


Melena cayendo sobre la espalda. Primer cuarto del XVI. El Baile de Salomé, Maestro Alejo, Palencia,  Galería Bernat, Barcelona (detalle)

Segunda década del siglo XVI. San Juan de Ortega y dama donante. Maestro de la Visitación de Palencia. Catedral de Burgos (detalle) (imagen obtenida de aquí)

Con la llegada de Carlos V (1517) a España empieza a estilarse la melena que él llevaba en aquellos momentos: muy corta, lacia y recortada en una perfecta línea recta.

Primer cuarto del XVI, San Sebastián con donante o Carlos V a lo divino, Juan Correa de Vivar, Galería Caylus (detalle)


Don Francisco De Los Cobos y Molina, Jan Gossaert h. 1530-1532, The J. Paul Getty Museum, Los Ángeles (detalle) (imagen obtenida aquí)

 H. 1524. Los esponsales de la Virgen, atribuido a Juan de Vallejo, Capilla de la Presentación de Nuestra Señora, Catedral de Burgos (detalle)

Pero llega la hecatombe, o la modernidad, en el año 1529: el Emperador se corta el pelo de manera drástica y muchos no tiene más remedio que seguir la tendencia, eso sí, entre lágrimas. De todos modos, las personas mayores no renunciarán a su media melena.

1533El Emperador Carlos V, Cranach El Viejo, Museo Thyssen, Madrid (detalle) 

H. 1570. ¿Autorretrato?, Alonso Sánchez Coello, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Durante el reinado de Felipe II, el bigote se alarga y va caído y ligeramente curvado bajo la comisura de los labios.

1592. Felipe II. Taller de Juan Pantoja de la Cruz, Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (Detalle)

En los últimos años (seguramente a finales de los 70) aparece el copete, es decir, el pelo se lleva levantado sobre la frente

Segunda mitad del siglo XVI. Don Juan de Austria, Alonso Sánchez Coello, Pasadena, Art Museum 

Aunque el retrato es del siglo XVII, el pintor lo retrató tomando como referencia de un naipe del los años 90 del siglo XVI. Bartolomé González, El archiduque Leopoldo, 1608 - 1617, Museo del Prado, Madrid (detalle)

El cuidado de la barba y el bigote, y por lo tanto recortarlos de mil maneras, comenzará tímidamente a finales del XVI para tener su apogeo en el XVII.
Entre la gente joven se lleva la barba corta. La perilla se pone de moda en los años 90, siendo variada en tamaño y forma (tendrá una larga vida). El resto del rostro se afeitaba. El bigote en general era largo e iba con las puntas caídas o en horizontal.

Segunda mitad del siglo XVI. Don Juan de Austria, Alonso Sánchez Coello, Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid  (detalle)

Las personas mayores y los letrados preferían barbas largas, sin atusar.

Mujer:
Se mantiene en los primeros años de siglo trenzar los mechones delanteros:

Primer tercio del siglo XVI, Santa Apolonia, Escuela española, subasta (detalle)

Sigue la moda tan española del tranzado y la de llevar las ondas del pelo floja, rozando la parte superior de cuello.

H. 1500, anónimo, Isabel La Católica, Palacio Real, Madrid (detalle)

H. 1500. Vida de San Ildefonso, Maestro de Osma, Soria (detalle)

Llegará a tocar los hombros; en este caso el tranzado comienza a la altura de los mismos.

1520, Retablo de San Félix de Gerona, Juan de Borgoña, Museo de Arte de Gerona (detalle)

De fuera, llega la moda de llevar un mechón por delante de la oreja:

H. 1560-69. El retablo de Castrogonzalo, iglesia de San Miguel, Zamora (detalle)

H. 1530-40. Valenciana, Christoph Weiditz, Original Das Trachtebuch Das des Christoph Weiditz von seinen nach Spanien und den Niederlanden, Museo Nacional de Nuremberg, Alemania (detalle)

La frente despejada sólo aparece en pinturas flamencas, al igual que la toca de estilo franco-flamenco que lleva el siguiente personaje:

Mechón también  cayendo por delante. 1500-20, activo en Sevilla, Maestros de la circuncisión de Schretlen, subasta (detalle)

Y como no, también en los primeros años de siglo, continua llevándose el pelo suelto con raya en medio.

H. 1508-09. La natividad, Juan de Flandes National Gallery of Art, Washington, EEUU (detalle) (Imagen obtenida de Lluís Ribes Mateu)

Entre 1530 y 1540 llega la moda italiana de anudarse el pelo a modo de cinta, formando un nudo o lazo sobre la cabeza.

Segunda mitad XVI, Martín Gómez el viejo, Santa Catalina, Subasta (detalle)

Hacia los años 30 se pone de moda un peinado sofisticado y español: llevar el pelo encrespado recogido en dos moños, uno a cada lado de la cabeza. Durará hasta los años 50. Esto dio lugar a las cofia de papos.

El uso de trencitas permite fechar la obra entre los años 30 al 39. Tiziano, Emperatriz Isabel, Museo del Prado, Madrid (detalle) 

Moños no ahuecados. Isabel de Portugal, seguidor Jan Cornelisz Vermeyen (detalle)

 Lleva una toca de cabos  que deja la frente al descubierto y no cubre los moños, ni las orejas (después de casi un siglo por fin la mujer decide mostrarlas, lo que disgustó a algunos moralistas). H. 1552. La dama del joyel, Antonio Moro, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Toca tapando los moños y las orejas. Catalina de Austria, Antonio Moro, 1552-53, Museo del Prado, Madrid (detalle)
  
En los años 60 los moñetes desaparecen. El pelo se peina completamente hacia atrás, algo que ya se estilaba antes en otros países. Pero se hacían rodetes con el propio pelo o con cabello ajeno o se hacían rodetes con adornos en la parte posterior de la cabeza (ver también rodetes algo más abajo)


H. 1560. Isabel de Valois, Antonio Moro, colección privada (detalle) 

En los años 70 se lleva un peinado que viene de fuera (aquí web sobre este peinado), el pelo forma dos arcos que convergen en ángulo sobre la frente. Se podía llevar el cabello liso o rizado, y los arcos ser más o menos pronunciados.

1571, Alonso Sánchez Coello, Kunsthistorisches Museum, Viena (detalle)

Poco antes de 1580 el cabello se peina en rizos ensortijados (tendrá mucha aceptación) coexistiendo con peinados de pelo liso. 

1579. La infanta Isabel Clara Eugenia, Alonso Sánchez Coello,  Museo del Prado, Madrid (detalle)

El cabello empieza a levantarse sobre la frente en la mitad anterior de la cabeza (la figura por los años 80 tiende a estilizarse) recibiendo el nombre de copete; la parte posterior se cubre con una gorra, una toca o una diadema. A inicios de los 90 tanto el peinado como los tocados, las gorras y las diademas también se elevan; a este promontorio que acompaña al copete de pelo se le llamó también copete (es moda exclusiva española). Para que fuera tan alto y firme se recurrió a pelo postizo y a un soporte de alambre llamado jaulilla.


Gorra más elevada y más estrecha que en la imagen anterior. 1585-88, Infanta Isabel Clara Eugenia y Magdalena Ruiz  Museo del Prado, Madrid (detalle)


Alto copete (la jaulilla) guarnecido con pedrería y pumas. 1599. Isabella Clara Eugenia, Juan Pantoja de la Cruz,  Alte Pinakothek, Alte Pinakothek, Munick, Alemania (detalle)

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Bibliografía:

  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
  • Bernis Madrazo, Carmen: La moda en la España de Felipe II a través del retrato de corte. En el catálogo de la exposición Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. Madrid: Museo del Prado. 1990.
  • Bernis Madrazo, Carmen: El traje y los tipos sociales en el Quijote. Madrid: Visor, 2001.
  • Soláns Soteras, María Concepción: La moda en la sociedad aragonesa del siglo XVI.  Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.). Colección Estudios. Zaragoza. 2009.

martes, 7 de enero de 2014

El PEINADO en el siglo XV

Durante los treinta primeros años sigue estilándose la melena corta y ahuecada de origen franco-borgoñón, pero pasado los años 30 pierde ese volumen tan exagerado. Por supuesto se sigue tiñendo el pelo de rubio. 


En este caso y en la imagen siguiente dejando bien visible las orejas. Primeras décadas del siglo XV. Sigue la melena vaporosa y rizada. Retablo de la Virgen de la Leche, Antón Peris, Museo de Bellas Artes de Valencia (detalle)

Con las sienes afeitadas y con cinta entrelazada por entre los rizos de la frente y los dos laterales, siguiendo la moda de finales del siglo XIV. Primer tercio del siglo XV, Maestro de Puxmarí, Retablo de San Miguel, Museo catedralicio de Murcia (detalle)

 Melena a lo franco-borgoñón pero sin ese volumen tan exagerado que se estiló en las primeras décadas. 1434-1440, Retablo de San Vicente, Bernardo Martorell  Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)


H. 1435-1440. Martirio de Santa Lucía, Bernardo Martorell, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Poco antes de los años 20 se pone de moda el pelo liso cortado a lo tazón. El cogote, las sienes y las patillas se afeitan, perdurando hasta los 70. 

Cogote y sienes afeitadas. H. 1420. Castigos del rey don Sancho IV, Biblioteca Nacional de Madrid (detalle) 

Se lleva en las primeras décadas la barba cuidada y bifurcada (la barba descuida era más de personas mayores y venerables), hasta que en los años 30-40 deja de estar de moda entre la gente joven.

Principio del XV. Los Reyes magos ante Herodes, Virgen de la rosa (detalle)

Barba cuidada y bifurcada. Bigotes largos y con las puntas rizadas. 1420-35, Retablo de Santa Barbará, Gonzalo Peris Sarriá, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle) (imagen obtenida de Andrea Carloni)


Personajes judíos que también seguían la moda. Aunque la barba frondosa (esta información se la debo a Olga H. Bo, "feisbuquera") era propia de los judíos.  H. 1435-1440. Martirio de Santa Lucía, Bernardo Martorell, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Por los años 50 se estilará al mismo tiempo el peinado tipo casquete (de origen borgoñón) y la melena rizada arreglada con afectación, que vuelve. Fray Hernando de Talavera censura este último: “Quando cabellos muy alto cercenados y hazia arriba alzados y encrespados, quando luengos muy peynados y aleznados, y con grand compás y grand estudio hechos y afeytados; (…), lo segundo mugeril y femenino...”.
La barba brilla por su ausencia.

1455. Retablo de los Duques del Infantado, Marqués de Santillana, Jorge Inglés, Museo del Prado, Madrid (detalle)

1450-60. San Sebastián, retablo de San Jerónimo, Jaime Ferrer II, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Hacia finales de siglo se lleva el pelo largo, muy pegado a las sienes y más suelto, con rizo natural enmarcando el rostro (es moda italiana). También se estila la melena con flequillo, llegando incluso a tocar los hombros. A partir de finales de los años 70 la melena cae sobre la espalda. 


Jesús luce una estética que tuvo más auge en Francia, Borgoña e Italia, la de afeitarse la frente; en este caso dejando un pico en la zona central (en España no tuvo seguidores y sólo la veremos en cuadros cuyos pintores son flamencos). Los criados llevan flequillo y la melena dispuesta en tirabuzones. 1496. Las bodas de Canaan, Maestro de los Reyes Católicos, colección de Satterwhite,  Nueva York (detalle)


 
Segunda mitad del XV. Escuela catalana, San Bartolomé y San Sebastián, subasta (detalle)

 Melena corta, de moda hasta 1490. Finales del XV. Leyenda de Santa Úrsula, anónimo, subasta (detalle)

Este peinado, melena larga y lacia con los lados más cortos que la parte posterior (moda que perduró hasta inicios del siglo XVI) y flequillo será uno de los más populares a partir de los años 90. 1490. El exorcismo de Eudosia, Maestro de los Balbases, Iglesia de San Esteban de los  Balbases, Burgos (detalle)

Y este peinado de melena larga y rizos también será muy popular. 1485. Martirio San Lorenzo, Maestro de Budapest, Museo de Burgos (detalle)

H. 1477. Predicación de San Juan Evangelista, Maestro de San Nicolás, Museo de Bellas Artes de Bilbao (detalle)

La moda francesa del pelo lacio muy estirado de finales del siglo XIV se vuelve a llevar a mediados del XV, pero en este caso el resto del pelo se lleva largo, suelto y muy rizado.

H. 1486, San Miguel Arcángel, Juan de la Abadía el viejo, Museo Lázaro Galdiano, Madrid (detalle)

Mujer: los peinados siguieron más o menos el mismo estilo que lucieron los hombres, aunque a medida que fue avanzando el siglo el uso de tocados fue cubriendo el cabello:

Melena corta, rizada y muy ahuecada. Melenas largas, sueltas y con los mechones delanteros rizados. Con dichos mechones entrelazados con cinta.  1425-50. Anónimo, Llegada a puerto de la nave de Santa Úrsula, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Cabellos largos y rizados.  1435. Retablo San Jorge matando al dragón, Bernardo Martorell, Instituto de Arte de Chicago, EEUU (detalle) 

Melena muy larga, con raya en medio dejando bien visible las orejas. H. 1435-1440. Martirio de San Lucía, Bernardo Martorell, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

La moda francesa en el caso de las mujeres deja las orejas visibles, pero se ondula el mechón que queda sobre la oreja y se coloca por encima de ella . 

1450, Retablo de Santa Catalina de Alejandría,  Iglesia Parroquial de Villahermosa del Río, Castellón (detalle) (Imagen obtenida de Foroxerbar)



Por los años 70, reinado de los Reyes Católicos, se sigue llevando el pelo liso con raya en medio, pero las ondulaciones laterales de los primeros mechones ahora cubren las orejas; la melena se recogía en una trenza o con una cofia. Será moda exclusiva española.

H. 1470, Virgen entre ángeles músicos y santas, El personaje de la derecha lleva un peinado pasado de moda. Los otros dos personajes son más modernos ya que la onda cubre las orejas. Retablo de la Virgen y el niño, Museo Diocesano de Borja, Zaragoza (detalle) (imagen obtenida de Pintura gótica en Aragón)

Las ondulaciones se aplastan y caen completamente sobre la oreja y alcanza las mejillas, moda que tuvo su apogeo en los años 80. 1470-80 Banquete Herodes, Retablo de San Juan Bautista, Iglesia de San Juan de Mercado, Lérida, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Antes de los años 90 las ondas se aflojan (ya no se observa esas ondulaciones en los primeros mechones), y rozan la parte superior de cuello (a inicios del siglo XVI llegará a tocar los hombros). Este tipo de peinado solía ir con tranzado y la cola del mismo comenzaba en la nuca. 

H. 1490. Maestro de Miraflores, Nacimiento de San Juan Bautista, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Como se ha comentado en el apartado dedicado al hombre, la moda de afeitarse la frente no tuvo demasiado éxito en España. En este caso se deja un «pico de viuda». H. 1490. La Anunciación, Maestro de los Reyes Católicos, Fine Arts Museums of San Francisco, EEUU (detalle)


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