lunes, 17 de junio de 2013

EL CAPIROTE, chaperón, capirón (1):


Se documenta por primera vez a finales del siglo XIII. Su origen es francés.

Tocado usado por todas las clases sociales (la mujer a partir del siglo XIV, aunque en el XV ya no hay constancia de su uso).

Era una cobertura de tela que terminaba en punta (ésta podía ir levantada o no). Podía ser cerrada dejando una abertura para sacar la cara o estar abierta por delante del cuello cerrándose con botones. Proviene de la capucha o capuchón que llevaban los mantos del siglo XI y que ayudaba a protegerse de las inclemencias del tiempo. En el siglo XV se le llamará capilla

Al poco tiempo se puso de moda meter la cabeza directamente por la abertura destinada a encuadrar el rostro (y no por su abertura natural). Esto dio lugar a una sucesión de estilos diferentes e incluso sofisticados durante el siglo XIV y XV.


Capirote cerrado.
 H. 1280-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid.
 (detalle)


Capirote abierto que se unen los bordes de la abertura con botones. El tocado está ladeado siguiendo la moda del momento. 
1283. Libro de los juegos: ajedrez, dados e tablas. Ordenamiento de las tahurerías de Alfonso X, Rey de Castilla, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)
 

Capirote metido por la abertura destinada a la cara,  dejando que la parte ancha caiga por detrás y la punta también. 
1283. Libro de los juegos: ajedrez, dados e tablas. Ordenamiento de las tahurerías de Alfonso X, Rey de Castilla, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)

En los primeros años del siglo XIV el remate de la punta se alarga. Con los años forma una pequeña cola que recibe el nombre de manga (Capirote con manga). 

 Capirote sin punta. 
1350-1400. Fresco procedente de Lérida, anónimo,  Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Ambos personajes llevan capirote metidos por su abertura natural, la cual cubre ampliamente los hombros, y la punta es muy alargada y estrecha. El personaje de la derecha lleva en los bordes un festón dorado. 
1340-1350. Adoración de los Reyes Magos, Retablo de Cardona, Arnau Bassa , Museo Nacional de  Arte de Cataluña, Barcelona (detalle) (imagen obtendida de Monestirs Puntcat)

En el quinto decenio del siglo XIV era ya generalizado sacar la cabeza por la abertura que encuadraba el rostro y la manga llegaba a rodear la cabeza y se enganchaba en la vuelta; se coloca tratando de imitar los turbantes.
En otros casos, la tela que quedaba por debajo de la abertura que encuadraba el rostro se plegaba y el extremo por donde se metía la cabeza se dejaba a modo de cresta; esta cresta se solía poner en el lateral, pero también se llevó alzada o hacia abajo. Perduró hasta el siglo XV.

En el siguiente enlace podemos ver un gráfico: The Costmer´s Manifesto

El personaje con capirote morado muestra los pliegues que se daba a la parte por donde se metía la cabeza y cómo se sujetaba la cresta que sobresale muy ligeramente. 
1346. Privilegios de Barcelona o Llibre Verd, Casa de la Ciudad, Barcelona (detalle)



Capirote sobre el hombro. 
1346. Privilegios de Barcelona o Llibre Verd, Casa de la Ciudad, Barcelona (detalle)


Capirote con la cresta más grande. 1346. Vida de San Marcos de Arnau Bassa, Catedral de Manresa, Barcelona, España (detalle)

La mujer vuelve a imitar la moda de los hombres. No duda en llevar capirote y colocárselo por la abertura que enmarca la cara. Hay pocas imágenes iconográficas de mujeres con capirote, seguramente porque tuvo poco éxito o porque solo lo llevaron juglaresas. 
1330. Mural del refectorio, Juan Oliver, catedral de Pamplona, Navarra, España (detalle)


En el siglo XV el capirote se sigue llevando sencillo o colocado como turbante. Este último alcanzó mayor sofisticación ya que la parte que corresponde a la punta se ensancha y se retuerce, mientras que el extremo por donde se metía la cabeza, con forma de cresta, se hace más visible.


Capirote en el que la punta cae al lado izquierdo y la abertura por donde se mete la cabeza o cresta a la derecha. 
1420-23. Retablo de San Jorge, Gonzalo Peris, Museo Municipal de Jérica, Castellón, España (detalle) (imagen obtenida del libro de Astror)


Capirote a modo de turbante. Cresta muy alta debido a la moda franco-borgoñesa. 
1414-15. Presentación del paño de la Verónica a Abgar,  retablo de Santa Clara, Luis Borrassá, Museo Episcopal de Vic, Barcelona (detalle) 

Capirote ricamente adornado. La forma de llevarlo se estiló hasta los años cuarenta del siglo XV. 
1420. San Martín partiendo la capa, retablo de santa Úrsula, S. Martín y S. Antonio, Gonzalo Peris, Museo de Bellas Artes de Valencia (detalle) (imagen obtenida aquí)

Durante el periodo de los Reyes Católicos, el capirote de manga, o ya llamado chía, será un complemento de la loba, formando un conjunto austero. Servía para vestir de duelo o acudir a ceremonias religiosas. 
A finales de siglo los capirotes pasan a ser un distintivo de letrado o doctores que lo llevaba junto con la garnacha.

Chías. H.1495-97. Jesús en el Templo, Maestro de los Reyes Católicos, Samuel H. Kress Collection, Nueva York, EEUU (detalle)

Nacimiento de la Virgen, sala capitular de la Catedral de Toledo, Juan de Borgoña, Toledo (detalle)



Enlace relacionado en el blog:

Más imágenes de capirotes en FACEBOOK 

Bibliografía:
  • Astor Landete, Marisa: Indumentaria e Imagen - Valencia en los siglos XIV y XV, Valencia.1999.
  • Azcue, V.: El vestido en Don Quijote: espejo o espejismo de una sociedad.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria medieval española. Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: Las Mujeres; Los Hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC 1975.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
  • Bernis Madrazo, Carmen: El traje y los tipos sociales en el Quijote. Madrid: Visor, 2001.
  • Menéndez Pidal, Gonzalo: La España del siglo XIII: leída en imágenes. Real Academia de la Historia, 1987.
  • Ruiz de Lóizaga, Saturnino: La nueva edición de los Cartularios de Valpuesta. Estudios mirandeses XXXI. Anuario de la Fundación Cultural "Profesor Cantera Burgos", Miranda de Ebro, 2011.
  • Sigüenza Pelarda, Cristina: La moda en el vestir en la pintura gótica aragonesa. Institución "Fernando el Católico", Excem. Diputación de Zaragoza, 2000.   
  • Vestiduras ricas: el Monasterio de Las Huelgas y su época, 1170-1340. Revista de la Subdirección General de Museos Estatales. Patrimonio Nacional. Servicio de Publicaciones 1ª ed., 1ª imp. (03/2005).

8 comentarios:

  1. Excelente entrada... (De que me sonará a mi este nombre, capirote, jejejeje). Me encanta leer el origen de este término, de este tocado, tan nombrado dentro de la Semana Santa (ahora veo el porqué del nombre).
    Precioso post para conocer algo más la historia de nuestro tocados.
    Gracias Consuelo.
    Besos
    Julio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que habría que ver es si el capirote de Semana Santa viene de estos capirotes.

      Eliminar
  2. Y ahora sí, he podido leer esta entrada sobre el capirote :) Me quedo, por cierto, con el que es "a modo de turbante" :-)
    Patricia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Y yo! Pero menos mal que las mujeres se cansaron del capirote a los pocos años.

      Eliminar
  3. Muy interesante en todos los aspectos, es decir, está muy bien expresado y es muy curioso, desconocía el tema.
    Muchas gracias Consuelo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me sorprendió que unos tocados que más parecían turbantes fueran capirotes. Gran imaginación.

      Besos, Lira.

      Eliminar
  4. Gracias. Excelente e interesante investigación

    ResponderEliminar