Mujer común con cuerpo con gran escote.
Camisa de mangas amplias.
Cabezón alechugado.
Mujer común con cuerpo con gran escote.
Camisa de mangas amplias.
Cabezón alechugado.
Polainas o antiparas.
Documentadas desde el siglo XVI.
Covarrubias (1611) define polainas como «medias calzas de labradores sin soleta, que caen encima del zapato sobre e empeine».
Cubrían las piernas hasta las rodillas y se confeccionaban en paño o cuero.
Propias de labradores y viajeros.
Dama:
Toca: tres tocas puesta una encima de la otra. El barboquejo de una banda, que no es visible, forma una especie de cuello.
Manto.
Aparece a finales del siglo XV.
Pedazo
de lienzo o de paño que se ponía en el pecho, bajo el vestido escotado; cubría el jubón y la camisa.
Los hubo de baqueta forrado en cordobán y relleno de borra o cerdas, seguramente para proteger el pecho de las agresiones con armas.
Bibliografía:
Mujer con toca rizada que envuelve completamente el cabello.
Difícil saber a quién representa: a una acróbata, una juglaresa, una prostituta, una barragana, una ¿musulmana?... Por estas fechas la mayoría de las mujeres llevaban tocas, a excepción de las doncellas.
Y difícil saber qué funcionalidad tenía. La teoría más aceptada era plasmar una de las tantas tentaciones que asediaban a los monjes. Tentaciones contra las que tenían que luchar.
Segunda mitad del XII y principios del siglo XIII, Colegiata de San Pedro, Cervatos, Cantabria, España (imagen obtenida aquí)
Prenda que se ponía sobre los hombros. Desde finales del siglo XV. Tenía una pequeña capilla. Se llevaba sobre vestidos largos, como abrigo (se forraba con pieles) o para enriquecer el traje.
Había mucetas tan largas que llegaban a cubrir todo el brazo, por lo que se solía poner maneras.
Fue de uso generalizado pero a partir de los años 30 del siglo XVI solo lo usarán los clérigos (más adelante cardenales, obispos), los doctores universitarios y altos cargos académicos.