martes, 27 de mayo de 2014

Los GREGÜESCOS o greguescos:

El término gregüescos aparece en documentos de 1572. En el siglo XVII sustituye definitivamente a las calzas de muslos tendidos o calzas largas (prenda esta última que aparece hacia 1590). 
Y el calzón, prenda ceñida al muslo, sustituirá hacia 1640 al greguesco.
Se cree que pudieron venir de los mercenarios griegos, aunque parecer ser que la palabra proviene del italiano grechesco, que quiere decir a la griega (¿prenda a la manera griega?).

Fueron más o menos amplios, llegaban hasta las rodillas y se sujetaban con cinta a ellas. Se podían acuchillar. El resto de las piernas se cubría con medias.
Se hacían con chamelote, terciopelo, raso, damasco, batista, gamuza, burel... Durante el XVII se hace notar la influencia francesa, por ejemplo se ataban a las rodillas con cinta adornada con una roseta

Hoy en día se usa el término greguescos para nombrar la prenda llamada calzas: las que aparecen en los retratos reales. Pero con toda seguridad, y como bien dice la investigadora Carmen Bernis, son prendas distintas. A continuación pongo unos enlaces que nos pueden dar unas pistas:

En Poder de Ercilla a Pedro López, residente en Valencia, para que hiciese dar cumplimiento a una ejecutoria por la que se mandaba prender a Miguel de Nogueral, su paje, que se ausentó de su servicio llevándole, entre otras cosas, cuarenta y tres ejemplares de La Araucana. 14 de noviembre de 1579 hay referencia a unas calzas de terciopelo y unos gregüescos de damasco pardo. 


En Oficio: Relojero (1591) se habla de unos «greguescos de cuero de benado sin aforro».

En la obra de Don Quijote, Cervantes llama a la misma prenda que lleva el caballero como calzón, greguescos y valones.

Los gregüescos, así como la valona francesa (que aparece a inicios del XVII), fueron prendas diferentes. Pero luego ambas se refirieron a cualquier tipo de calzón, llegando incluso a llamarse así a las calzas/muslos ya pasadas de moda

Como vemos, Covarrubias, 1611, define a la valona como: "Un cierto género de zaragüelles o gregüescos, al uso de los valones, gente alemana del Ducado de Borgoña, balonotes. Y porque estos mesmos traen unos cuellos de camisas, extendidos y caídos sobre los hombros: llamaron en España balonas las que han empezado a usar de este modo." 

1581. Omnium pene Europeae, Asiae, Africae, Americae Pentium habitus, Abraham de Bruyn,  Amberes (detalle)

1635. Alonso Verdugado, Francisco Zurbarán, Dahlem Museum, Berlín (detalle)

Aquí vemos, de izquierda a derecha, primero un calzón corto o zaragüelles (propio de villanos), luego unas calzas y por último los gregüescos (el futuro calzón de mediados del siglo XVII). Finales del XVI. Tapices de las “Guerras del archiduque Alberto de Austria”, Palacio Real de Madrid (detalle) (imagen obtenida en ArteHistoria)

1631. Felipe IV, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, National Gallery, Londres (detalle)

La voz greguesco a finales del siglo XVII termina haciendo referencia a los calzones de los villanos (también fueron llamados bribiescos o breviescos). Por supuesto, apenas tiene que ver con los gregüescos de los cortesanos. Eran calzones que en muchos casos iban abiertos por abajo; algunos no pasaban de la rodilla y otros llegaban hasta los tobillos. A los más largos se les hacían cortes verticales en los bordes inferiores para poder ponérselos con más facilidad.

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Enlaces relacionados en este blog:

Bibliografía:
  • Bernis Madrazo, Carmen: La moda en la España de Felipe II a través del retrato de corte. En el catálogo de la exposición Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. Madrid: Museo del Prado. 1990.
  • Bernis Madrazo, Carmen: El traje y los tipos sociales en el Quijote. Madrid: Visor, 2001.
  • Soláns Soteras, María Concepción: La moda en la sociedad aragonesa del siglo XVI. Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.). Colección Estudios. Zaragoza. 2009.



martes, 20 de mayo de 2014

El TOCADO DE CUERNOS

Fue uno de los tocados más extravagante del siglo XV. De origen francés, “cornes”.
Tuvo aceptación en Castilla. Apenas en el Reino de Aragón. En el Reino de Valencia fue nula.

Se confeccionaba con unos elementos armados con dos protuberancias a cada lado llamadas trufas, las cuales, al variar su tamaño, hacían que el tocado fuera más o menos alto, más o menos redondeado o más o menos puntiagudo. Generalmente la trufa se cubría con una crespina. Y en España todo el tocado se recubría con velotoca.

Entre 1415 y 1420 las trufas eran bajas, pudiendo ser redondeadas o puntiagudas. Algunas tendieron a ensancharse.

Cuernos puntiagudos, envueltos en una crespina con perlas; encima lleva una toca. 1414-15. Presentación del paño de la Verónica a Abgar, Retablo de la advocación franciscana del convento de Santa Clara de Vic (Osona), Luis Borrassá, Museo Episcopalde Vic, Barcelona (detalle)

Tocado de cuerno aún redondeado bajo toca larga y listada. 1420-1435. S. Félix predicando, Retablo de San Félix de Gerona,  Maestro de Torralba, Iglesia de S. Félix de Gerona, Torralba de Ribota, Zaragoza (detalle) (imagen obtenida aquí)

En los años 30 las trufas se afilan.

Toca o alfarda listada recubriendo los cuernos puntiagudos. 1450-60. Virgen de la Misericordia, Museo Episcopal de Vic, Barcelona (detalle; imagen obtenida de la obra de Bernis)

A mediados de siglo son más redondeadas, y hacia los años 60 se elevan (en algunos casos de manera exagerada) para luego volver a bajar.


Cuernos a la moda de los años 50, menos pronunciada y más redondeada. Obsérvese el armazón y los cabellos trenzados. H. 1450. Doña Constanza y sus hijas, anónimo, Museo Diocesano de Burgos (procedente Iglesia de San Gil, Burgos) (detalle)

Trufas levantadas. Lleva un rollo encima y una toca. Mediados del XV. El festín de Herodes, anónimo, ©Museo Metropolitano de Nueva York (detalle)

Tocado de cuernos muy exagerado. No tuvo mucha aceptación en España. Las trufas van rodeadas de una crespina. 1460. Genealogía de los reyes de España, Alonso de Cartagena,  ©Biblioteca Palacio Real de Madrid (detalle)

Cuernos puntiagudos, con trufas rodeadas con una crespina. Encima lleva toca de rebozo. 1491-1500. Retablo de San Esteban, Exorcismo de la princesa Eudoxia, taller Vergós, iglesia de  San Esteve de Granollers,  ©Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Finalmente vuelven a reducirse y redondearse las trufas.

H. 1470-71. Vida de Santa Elena, verificación de la Santa Cruz, Pedro Berruguete, Retablo de la Vera Cruz, Museo de Santa Eulalia, Paredes de Nava, Palencia (detalle)

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Bibliografía:

  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria medieval española. Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: Los Hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1975.
  • Sigüenza Pelarda, Cristina: La moda en el vestir en la pintura gótica aragonesa. Institución “Fernando El Católico”, Excma. Diputación de Zaragoza.


martes, 6 de mayo de 2014

El TABARDO

Sobretodo presente desde principios del siglo XIII hasta el XV.
Parece ser que fue una variedad de la garnacha.
Era un traje holgado, largo y cerrado, con mangas que colgaban (mangas bobas; de influencia bizantina) y con abertura para sacar el brazo en la unión del cuerpo con la manga. Se usaba en los viajes y lo usaba la gente de campo. Podía ir adornado con cenefas, llevar cuellos con botones o llevar trascol (redondel de piel que decoraba los hombros). Se hacían de buriel o paño tosco.
En la mujer el tabardo sería similar al masculino pero llegaba hasta el suelo.
El tabardo en algunos textos llegó a confundirse con el capuz (error lógico por ser prendar muy parecidas) y en la iconografía con la ropa de mangas sueltas.

Tipos de tabardos:

1. con mangas bobas o colgantes: más larga que los brazos; moda francesa.


H. 1220, Beato de San Andrés de Arroyo, Biblioteca Nacional de París, Francia (detalles) (imagen obtenida aquí)

El tabardo rojo lleva capucha y ribetes en la bocamanga. 
H. 1280-1285. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)

Peregrino con tabardo aguadero o de pelo afuera, es decir, con la piel no como forro sino puesta en el exterior, propio de personas de condición no elevada. Protegía de la lluvia. 
H. 1280-1285. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid, España (detalle)

También aparece en las ilustraciones una prenda similar al tabardo que Bernis equipara a otro sobretodo de Corte y de ciudad de origen francés (“gardecorps”): era amplio, suelto, con aberturas en la falda, con mangas cortas, descosidas y sujetas al hombro de modo que los brazos se sacaban por las sisas. Por lo tanto Bernis considera que los españoles bien pudieron copiar ese corte para sus tabardos.

Tabardo estilo francés con mangas más cortas que los brazos. 
H. 128-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid, España (detalle)

2. mangas abierta de arriba abajo y la abertura para sacar el brazo era bastante grande. En fechas tardías estas dos aberturas se reducirían a dos cortes llamados maneras, siendo nota original de la moda española. 

3. El más raro y el de más corta duración, tenía las mismas tiras pendientes de los hombros pero mucho más estrechas.

Posible tabardo con las mangas a modo de tiras que el personaje remete por el cinturón. 
H. 1280-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)

Hubo tabardos catalanes y castellanos (no sabemos en qué se diferenciaban).

Siglo XIV (he encontrado pocas imágenes o estas eran de mala calidad):

Peregrinos.  Segunda mitad del siglo XIV, anónimo, tabla procedente de Pía Almoina de la Seu Vella, Lérida, Museo Diocesano de Lérida, España (detalle) (imagen obtenida aquí)

Tabardo de mujer entretallado y con flecos en los bordes (estos adornos estuvieron de moda a finales del siglo XIV). 
1390. La visitación, anónimo, Academia de la Historia de Madrid (detalle: imagen obtenida de la obra de Bernis)

En el siglo XV el tabardo tenía aspecto muy variado que en los precedentes, pero conservó su rasgo distintivo de las mangas colgantes tubulares. 
Usado por gente principal. 
Unos eran cerrados completamente y en otros la falda va abierta delante o en los costados. La forma del escote será en pico por los años setenta y los más modernos será apaisado, con el borde horizontal más largo que los bordes verticales. 
El tabardo de los cazadores tenía una sola manga para facilitar el manejo de las armas arrojadizas.

Dos tipos:
Tabardo de camino: con capilla para cubrir la cabeza. Se usaba para los viajes. 

H. 1470-1480. Inscripción de San Juan Bautista, Pedro García de Benabarre, retablo de San Juan Bautista, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, España (detalle)

H. 1490. Auto de fe, Pedro Berruguete, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Tabardo de lujo: sin capilla y usado por las damas de elevada condición. Confeccionados en seda y con ricas guarniciones; forrados con seda o con piel. 
Podían arrastrar varios palmos por el suelo, con mangas perdidas.
Colores carmesí, morados y negros.

Tabardo de brocado; escote es en pico, la zona abierta queda oculta por una tela o “puerta”. 
H. 1470-71. Verificación de la cruz de Cristo, Pedro Berruguete, Museo de Santa Eulalia, Paredes de Nava (detalle)


La Reina Isabel lleva tabardo cuyo escote forma un trapecio; las mangas están abiertas de arriba abajo; la falda es abierta. La infanta Juana lleva un tabardo con aberturas laterales y otra posterior en la falda; mangas abiertas; va forrado con seda blanca adamascada;  escote trapezoidal; se ajusta mediante un cinturón.  H. 1490. Maestro de los Reyes Católicos, Virgen de los Reyes Católicos, Museo del  Prado, Madrid (detalle) (imagen obtenida aquí)

A medida que avanza el siglo XVI el tabardo pasará a ser una prenda pasada de moda, pero los que perduran son cerrados, tienen capilla, llevan maneras y las mangas son angostas y tan largas como la misma prenda. Estas mangas llegaron a quitarse. En algunos textos se las llama alas o aletas.
Será de uso popular.

H. 1540. “Burgueses”, Códice Madrazo-Daza, Madrid,  ©Biblioteca Nacional, Madrid (detalle)

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Bibliografía:

  • Astor Landete, Marisa: Indumentaria e Imagen - Valencia en los siglos XIV y XV, Valencia.1999.
  • Benito Vidal, María Purificación: La moda en la Valencia del siglo XV. Real Academia valenciana de cultura. 2003.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria medieval española. Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: Los Hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1975.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
  • Fresneda González, Mª de las Nieves: Atuendo, aderezo, pócimas y ungüentos femeninos en la Corona de Castilla (Siglos XIII Y XIV). Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Geografía e Historia, Departamento de Historia del Arte I. 2013.
  • Menéndez Pidal, Gonzalo: La España del siglo XIII: leída en imágenes. Real Academia de la Historia, 1987.
  • Rodríguez Peinado, Laura: El arte textil en el siglo XIII: cubrir, adornar y representar: una expresion de lujo y color. Universidad Complutense de Madrid
  • Sigüenza Pelarda, Cristina: La moda en el vestir en la pintura gótica aragonesa. Institución “Fernando El Católico”, Excma. Diputación de Zaragoza.
  • Soláns Soteras, María Concepción: La moda en la sociedad aragonesa del siglo XVI. Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.). Colección Estudios. Zaragoza. 2009.
  • Vestiduras ricas: el Monasterio de Las Huelgas y su época, 1170-1340. Revista de la Subdirección General de Museos Estatales. Patrimonio Nacional. Servicio de Publicaciones 1ª ed., 1ª imp. (03/2005).



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