Había oído hablar y había
visto imágenes del Festival Ducal de Pastrana (Guadalajara). Así que, por fin, fui.
La figura de la princesa de
Éboli tiene todas las características de una gran leyenda: miembro de la
poderosa familia de los Mendoza, bella, tuerta, intrigante política,
amante del rey y de Antonio Pérez, "monja", polemista con Santa
Teresa de Jesús y que terminó sus días tapiada en una habitación de su palacio
de Pastrana.
Este año, gracias a Celia,
he tenido la oportunidad de participar en el Festival. La asociación de damas y
caballeros lleva quince años elaborando vestuario del Siglo de Oro e impulsando
este festival que cada año logra mayor éxito de participación y público.
Intenté llevar con la máxima dignidad la saya entera que Celia me ofreció: mangas en pico, puntas de metal, talabarte a la cintura, verdugado y gorra. Fue una de las primeras prendas que ella confeccionó. Quiero agradecerle desde aquí su amabilidad.
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