domingo, 15 de mayo de 2011

EL CHAPÍN (II)

Curiosidades:

Aprendizaje: Las damas aprendían, desde su más tierna infancia, a caminar sobre los chapines; con elegancia. Como aprendían a danzar con ellos puestos. A medida que fue aumentando la altura del corcho los movimientos fueron más lentos. La mujer en vez de andar se deslizaba. 

Dejando atrás la infancia: Salir a la calle o acudir a reuniones o a celebraciones con este calzado indicaba que ya habían dejado la  niñez.

Chapinazo: golpe que se daba con el chapín. Propio de mujeres muy irascibles.
                 
Arma de galanteo: los pies fueron durante muchísimos años la parte más erótica de la mujer. Simular una caída o levantarse la falda para subir o bajar del coche de caballos o para no mancharse los bajos de la prenda con el lodo, servía de pretexto para mostrar los ricos chapines.

Soltar los chapines: cuando la dama se encontraba en situación que requería correr con ligereza, saltaba de los chapines y los guardaba en una bolsa de tela, que siempre llevaba consigo, o en las mangas (muy anchas) del vestido.


1500. Decapitación de San Juan Bautista, Maestro de Miraflores, retablo de San Juan Bautista, Museo del Prado, Madrid.


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EL CHAPÍN (1)


Bibliografía:
  • Aulnoy, Marie-Catherine: Relación que hizo de su viaje por España la señora Condesa D'Aulnoy en 1679. Madrid, tipografía Franco-Española, 1892. Valencia, Librerías "Paris-Valencia", 1996.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria Medieval Española. Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: 1. Las mujeres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC 1975.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
  • Bernis Madrazo, Carmen: La moda en la España de Felipe II a través del retrato de corte. En el catálogo de la exposición Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. Madrid: Museo del Prado
  • Bernis Madrazo, Carmen: El traje y los tipos sociales en el Quijote. Madrid: Visor, 2001.
  • Covarrubias, Sebastian de: Tesoros de La lengua castellana o española (1611). Madrid, Tuner, 1979.
  • Danvila, Francisco: Los chapines en España. Boletín de la Real Academia de la Historia [Publicaciones periódicas]. Tomo 12, Año 1888 (Internet, Biblioteca Virtual de Miguel de Cervantes).
  • Herrero García, Miguel: Oficios populares en la sociedad de Lope de Vega. Madrid, Castalia, 1977.
  • Vestiduras ricas: El Monasterio de Las Huelgas y su época, 1170-1340. Revista de la Subdirección General de Museos Estatales. Patrimonio Nacional. Servicio de Publicaciones 1ª ed., 1ª imp. (03/2005)

8 comentarios:

  1. Esta segunda parte tan interesante como la primera. Felicidades!!

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  2. Me gustaría saber cuál era el calzado de las mujeres del pueblo llano.

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  3. Loli, como ya comentamos: ¡anda que no nos subíamos nosotras sobre latas, a las que atábamos cuerdas, y andábamos tan ricamente!

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  4. Hola Beatriz, la mujer llana (las villanas) se conformaba con las chinelas atadas con cintas, con zapatillas blandas y flexibles y con botines (estos últimos eran muy apreciados por ellas). Tampoco faltaron: abarca y alpargatas.

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  5. Bueno Consuelo, me han encantado los dos post dedicados al Chapín. Lástima no disponer alguna que otra vez de un Chapín "a mano", jejeje. Me gusta como a través de la vestimenta nos descubres también caracteres, que aunque tan alejados en el tiempo, sin embargo nos sirven también, a día de hoy, de espejo. :)
    Abrazo,
    Patricia

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  6. Gracias Patricia, un comentario muy acertado. Para entender bien la mentalidad de una época hay que saber como vestían.

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  7. Gracias por la entrada, muy interesante. Hace bastante tiempo tenían unos chapines en el Museo del Traje de Madrid que te podías poner, pero no sé si están todavía allí, no sé si está el museo ni siquiera. Estoy intentando hacer unos en plan manualidad.

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    Respuestas
    1. El museo sigue. Los chapines supongo que también, salvo que hayan pasado a mejor vida: a las niñas (y no tan niñas) les encanta ponérselos.
      Mi admira la gente que se atreve a hacer cosas como esas. ¡Ánimo! :)
































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