miércoles, 17 de octubre de 2018

Novelas: Trilogía Martín Ojo de Plata

Veamos los errores e inexactitudes que se comenten en las novelas Martín Ojo de Plata, de Matilde Asensi

*La mujer:

-Sometida.



La mujer casada encerrada en casa para el resto de su vida es un mito (ver la entrada Libertad femenina en el Siglo de Oro). Y considerar que estaban sometidas a una humillante esclavitud no deja de ser una apreciación, melodramática, poco objetiva, de historiador del siglo XIX. La mujer al casarse, si bien pasaba a la tutela del marido, no perdía ni su hacienda, ni su propio gobierno ni su propia voz. Tendrá poder administrativo y de organización. Aunque, por supuesto, dependerá del ámbito y condiciones sociales y de las circunstancias del momento desde donde ella se mueva.

-Educación.

La idea de la mujer del Siglo de Oro "amita de casa", es decir, que solo se le enseñaba a coser y a cocinar, también es muy decimonónica. Una joven de ciudad y bien posicionada sabría como mínimo leer.  

-Tapadas:

Naturalmente, las viudas no llevaban el rostro tapado. Y por ahora no he encontrado datos en los que se considerara «poco decoroso que una mujer se mostrara frente a un grupo de hombres extraños aunque estuviera en su propia casa.» 

*La Inquisición:

-Cruel.
No hay sorpresas: es fanática, irracional, obsesa... Los inquisidores (no todos eran dominicos) estaban formados intelectualmente (era una élite) tanto en derecho civil como canónico. Debían ser piadosos, justos y conseguir la salvación del reo, es decir, trataban de corregir las actitudes heréticas. Que los hubo bestias, pues sí. 

-Calabozos. Adulterio.


Solo en el caso de delitos muy graves se utilizaban las cárceles. A la mayoría se les aplicaba el arresto domiciliario .

El delito de adulterio competía a los tribunales civiles o eclesiásticos, no al de la Inquisición.

-Simple fornicación. Desconocimiento de las oraciones. 


La simple fornicación hacía referencia a las relaciones sexuales entre un soltero y una soltera (la simple fornicación matrimonial no existe): La iglesia  "persiguió", junto con la bigamia, a quien dijera que las relaciones sexuales fuera del matrimonio no eran pecado mortal. Después de la Contrarreforma hay un aumento considerable de la labor pastoral para catequizar a la población, sobre todo en aquellos lugares "dejados de la mano de Dios". A partir de 1573 mantener esta postura, sobre todo en las zonas donde tenía más fuerza el luteranismo, se la consideró una herejía. Por tanto, no "perseguía" la relación sexual en sí misma (que era pecado), sino la herejía, es decir, desligar el pecado (desobediencia a Dios) de todo carácter punitivo. 

Desconocer las oraciones se daba sobre todo en las zonas rurales, que recibían visitas de religiosos de Pascuas a Ramos. En estos casos simplemente se catequizaba al ignorante.

-Lazarillo de Tormes:

Se prohibió su publicación en el Índice de Valdés, mientras que en el Índice de Quiroga, aparece como expurgado, es decir, se podía publicar pero censurado. 

-Concubinato.

La Inquisición no se ocupaba de los religiosos amancebados, ni antes y ni después de la fecha en que está ambientada la novela. Serán los tribunales civiles o los eclesiásticos los que se hagan cargo de ello. Por supuesto, no había condena a la hoguera.

-Curanderas.

Sabemos que el Santo Oficio no quemaba a las brujas, y mucho menos a las curanderas. A estas se las juzgaba cuando utilizaban la hechicería y la adivinación ilícita siempre y cuando iba asociada una herejía. 

*Costumbres morales:
 
Este tipo de explicaciones en una novelas (e incluso en artículos serios de investigación), me hacen bastante gracia, además de parecerme innecesario.  En cualquier religión, el fin del matrimonio era tener hijos, sí o sí. Y la mujer tenía que ser fiel, sí o sí. No eran "manías" exclusivas de la católica. 


Ver también:


Bibliografía (una pequeña muestra de los trabajos consultados):
  • Alfaro, Ana E.: La mujer y la administración: Ayer y hoy.
  • Almillo Álvarez, Roció: Hechicería y brujería en Andalucía en la Edad Moderna.
  • Comella, Beatriz: La Inquisición española.
  • Chavarría Múgica, Fernando: Mentalidad moral y Contrarreforma en la España Moderna.
  • Cerrón Puga, Mª Luisa: La censura literaria en el index de Quiroga (1583-1584)
  • Egido, Aurora y Laplana, José Enrique: Saberes humanísticos y formas de vida. Usos y abusos.
  • García Fuentes, J. Mª: Inquisición y sexualidad en el reino de Granada en el siglo  XVI.
  • Juderías, Julian: La Leyenda Negra.
  • Henry, Kamen: La Inquisición española.
  • Londoño, Marcela: La devoción supersticiosa en el índice de Valdés: la oración de la emparedada.
  • López Picher, Mercedes: Magia y sociedad en Castilla en los siglos XVI Y XVII.
  • Muguruza Roca,  Isabel: Género y sexo en los confesionales de la Contrarreforma. Los pecados de las mujeres en el manual de confesores y penitentes de Martín de Azpicueta.
  • Schwartz, Stuart B.: Pecar en las colonias. Mentalidades populares, Inquisición y actitudes hacia la fornicación simple en España, Portugal y las colonias americanas.
  • Varios autores: Vivir en el Siglo de oro.
  • Bibliografía:
  • Almillo Álvarez, Roció: Hechicería y brujería en Andalucía en la Edad Moderna.
  • Chavarría Múgica, Fernando: Mentalidad moral y Contrarreforma en la España Moderna.
  • Cerrón Puga, Mª Luisa: La censura literaria en el index de Quiroga (1583-1584)
  • Egido, Aurora y Laplana, José Enrique: Saberes humanísticos y formas de vida. Usos y abusos.
  • García Fuentes, J. Mª: Inquisición y sexualidad en el reino de Granada en el siglo  XVI.
  • Londoño, Marcela: La devoción supersticiosa en el índice de Valdés: la oración de la emparedada.
  • López Picher, Mercedes: Magia y sociedad en Castilla en los siglos XVI Y XVII.
  • Muguruza Roca,  Isabel: Género y sexo en los confesionales de la Contrarreforma. Los pecados de las mujeres en el manual de confesores y penitentes de Martín de Azpicueta.
  • Schwartz, Stuart B.: Pecar en las colonias. Mentalidades populares, Inquisición y actitudes hacia la fornicación simple en España, Portugal y las colonias americanas.
  • Varios autores: Vivir en el Siglo de oro.



2 comentarios:

  1. ¡¡¡ Que repaso !!! Y esta escritora en principio intenta no alejarse de la realidad histórica. Que harán otros...

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    Respuestas
    1. Ella misma se llamó así misma "detective de la historia"...
      Pero hay otro escritor que la supera, Falcones con La Catedral del Mar.

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