viernes, 1 de noviembre de 2019

Donde dije digo, digo azul, digo negro, digo...

En algunas ocasiones he afirmado en mi blog y en las Redes Sociales que los cuellos de lechuguilla eran de un blanco inmaculado, o como mucho de un de tono levemente azulado.


Hoy reconozco que estaba equivocada. 

Llevo unos años encontrando cuadros donde los personajes lucen lechuguillas de otro color. Al principio pensé que podría ser por la oxidación de los pigmentos o de los barnices. Sin embargo, el año pasado, en Génova, tuve la oportunidad de ver en "vivo y en directo" dos retratos de Anton Van Dyck que despejaron todas mis dudas. Aquellos cuellos eran negros. 

 
1627. Paolina Adorno, Museo de Strada Nuova, Génova, Italia (detalle).

Principios del siglo XVII. Filippo Spinola, Museo de Strada Nuova, Génova, Italia (detalle).

Pero para confirmarlo definitivamente, hace unos días encontré este retrato, también de Van Dyck, en el mercado del arte. 
Aquí tenemos un genuino cuello "blue klein":

https://www.dorotheum.com/en/l/6416787/ 
Posible dama genovesa. 

Lechuguillas en personajes españoles:

https://artuk.org/discover/artists/de-espinosa-jeronimo-jacinto-16001667
Verde. Don Francisco Vives de Cañamas, Conde de Faura, Jerónimo Jacinto de Espinosa, National Trust, Kingston Lacy, Reino Unido.
 

https://www.pinterest.es/pin/556405728958350932/?lp=true

Dama española, escuela madrileña.


https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/doa-maria-de-austria-reina-de-hungria/1e61408f-ef2d-498b-a719-289a1fbd91ff


Hacia 1630, Doña María de Austria, reina de Hungría, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, Museo del Prado, Madrid, España



Un detalle interesante es que en 1593 se publica esta pragmática en el que se prohibió:

«que ningún hombre, de quaiquier estado, condición, calidad y edad que fuese, pudiera traer en los cuellos, ni puños, ni en lechuguillas sueltas, ó asentadas en la camisa, ni en otra parte alguna, guarnición, redes, desilados, almidón, arroz, ni gomas, verguiilas, ni filetes de alambre, oro, plata, alquimia, ni ninguna otra cosa, sino solo la lechuguilla de olanda, ó lienzo, con una ó dos baynillas chicas: que las lechuguillas, asi de los cuellos, como de los puños, no pudieran exceder de un dozavo de vara: y que las baynillas, y filetes no pudieran ser de color alguno, sino blancas»


Bibliografía:
 
  • Juan Sempere y Guarinos: Historia Del Luxo Y De Las Leyes Suntuarias De España, Volumen 2. 1788.





2 comentarios:

  1. Muy interesante, rectificar es de sabios...

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    1. Sí, lo es. Y como suelo decir: cuanto más conozco, menos sé. Gracias.

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