miércoles, 2 de enero de 2013

SAYA, GONELA (I) de Hombre

El término saya parece ser que derivó del nombre de una tela delgada llamada “sagea”, la cual se usaba para confeccionar túnicas. El vocablo fue usado en Castilla durante la Edad Media para indicar aquella prenda que se vestía encima de la ropa interior (en Francia se llamó Cote y en Inglaterra Coat). Mientras en Aragón se le llamó Gonela (así como en Valencia y en Cataluña; Gonella en Italia y Gonelle en Francia).

Otra prenda similar a la saya fue el brial, ambas prendas difíciles de distinguir, pero tal vez el brial fuera más estrecho (sobre todo en el torso), las mangas algo más anchas, pero lo que sí está claro es que era  de mucha mayor riqueza (sobre todo en adornos) y más larga que la saya (se arrastraba por el suelo), además sólo se lucía para momentos especiales (a veces distinguir en la iconografía una de otra es difícil).

La usaron hombres, mujeres y niños de cualquier condición, por lo tanto la uniformidad era generalizada. La del hombre dejaba ver las “calzas”, mientras que la de las mujeres llegaba hasta los pies.
Se colocaba sobre la camisa y encima se ponía otra prenda, generalmente más corta (pellote, pielaljuba, almexía, cota).

Durante la Alta Edad Media fue una túnica muy sencilla, holgada, de líneas rectilíneas (con forma de T) y con mangas estrechas. El escote era pequeño, redondo, lo justo para poder pasar la cabeza. El sistema de cierre era por medio de cordones que iban en zig-zag. En toda Europa será más o menos similar. 

Avanzado los años, el escote empieza a presentar un corte en la delantera.

A la "falda" se le hacen pliegues o llevan girones o farpadas. En algunos casos la "falda" podía ir hendida lo que permitía montar a caballo, o en el caso de la gente de campo o de alarifes para levantar una de sus puntas y sujetarla al cinturón.



Guerreros con saya (o túnica) corta con "falda" con pliegues verticales y puños también con pliegues. Encima lleva manto. 1086. Beato de Burgo de Osma, escrito por Pedro y miniado por Martino, Catedral de Burgo de Osma, Soria  (detalle) (imagen obtenida de aquí)

  Rey con saya entallada muy corta. Encima manto. Hacia 1187. Reyes Magos, anónimo, Museo episcopal de Vic, Barcelona (detalle) (imagen obtenida ifdezlillo)

Soldados con saya abierta y pliegues en los puños. Obsérvese la delantera del escote con el corte en el centro. El de la derecha lleva una cola rectangular (precedente de la indumentaria mozárabe), pero al llevar tiras (farpada) anuncia la moda gótica internacional de origen hispano-musulmán en la que se llevaban girones. Segunda mitad del XII. Martirio de Santo Tomás de Beckett, Mural de la iglesia de Santa María, Tarrasa, Barcelona (detalle) (imagen obtenida en Románico catalán)


Escote trapezoidal y subido por detrás de la nuca. Pastor, anónimo, segunda mitad XII, Panteón Real de la Real Colegiata de San Isidoro, León (detalle)

Sayas holgadas y más abajo de la rodilla. El personaje de la izquierda la lleva hendida, forrada de rojo, con botones, con el pico recogido  en el cinturón y con la bocamanga doblada dejando ver la camisa. H. 1275. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)

Desde la segunda mitad del siglo XIII surge otro modelo de saya, siendo moda española: 

Saya encordada, la cual iba bien ajustada al cuerpo hasta las caderas (se valora las cinturas estrechas).

Se ceñía con cordones cerrándose en zig-zag; en general, la abertura estaba en el costado izquierdo. Era de mangas muy ceñidas. 

Saya encordada en el lado izquierdo bajo pellote. H. 1280-85. Cantigas de Santa María  de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)

Otra características de la moda española fue la de hacer las mangas de las sayas independientes. Se cosían y se descosían a gusto. Se les llamó mangas cosedizas, o de quita y pon


Saya encordada de color rojo con cinturón y ribetes dorados que tapan la unión de las mangas. Encima lleva manto color verde. 1283. Libro del Ajedrez, Dados y Tablas de Alfonso X el Sabio, Biblioteca de el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)


Podía estar hecha de "a dos mitades" o "dos metades", haciendo alarde de juego de colores y tejidos.

Hacia 1280-85. Cantigas de Santa María  de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle


En los inicios del siglo XIV las mangas empiezan a ceñirse con una hilera de botones en vez de con cordones y los escotes se agrandan, aunque surge el cuello alto.


Aunque el rey de la izquierda lleva brial aquí podemos ver como el escote es amplio; en el caso del rey de la derecha la saya también lleva escote amplio y la "falda" está hendida en el centro para poder cabalgar. Epifanía, anónimo, finales del XIII, Museo Diocesano de Jaca, Huesca (detalle) (imagen obtenida aquí)


Saya listada bajo otra saya. H. 1295. Plañideros, Sepulcro de Sancho Sainz (Sánchez) de Carrillo, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Saya decorada con rayas horizontales bajo pellote. H. 1300. José de Arimatea, anónimo, Fundación Francisco Godia, Barcelona (detalle)

Saya o gonela decorada, con cuello amplio, entallada con cinturón muy bajo, "falda" con pliegues. H. 1356. El festín de Herodes, retablo de los Santos Juanes, Maestro de Santa Coloma de Queralt, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Obsérvese el cuello de la gonela en el personaje de la derecha como va subiendo. 1346. Vida de San Marcos, atribuido a la familia Arnau Bassa, retablo de la Catedral de Santa María de Manresa, Barcelona (detalle)

Las sayas se empiezan a forrar con algodón o telas de lienzo (como ocurrirá con otras prendas) para amoldarlas al cuerpo, y el delantero se ajustó con numerosos botoncillos. También se acortó más la “falda”. En el quinto decenio se impuso el talle bajo, es decir, sin marcar la cintura. Las mangas podían seguir la moda de estar exageradamente ensanchadas. 

El personaje con la gonela marrón lleva botones delanteros que le permiten ajustar la saya en el pecho. El que lleva la gonela granate al no llevar botones es holgada, pero está ceñida, como el otro personaje, a la cintura seguramente por un cordel.  H. 1360-70. El martirio de San Esteban, anónimo, Museo de Arte Nacional de Cataluña, Barcelona (detalle)


La gonela del rey es más ajustada y más larga, mientras que la del sirviente es más holgada y más justa. Ambos personajes llevan el talle bajo, la cintura sin marcar. 1340-1350. Adoración de los Reyes Magos, Arnau Bassa, Museo de  Arte Nacional de Cataluña, Barcelona (detalle) (Imagen obtenida de Monestirs Puntcat)


En el siglo XV sólo el hombre de campo usa la saya siendo una prenda sencilla, cerrada y ablusada o abierta y abotonada, para finalmente ser sustituida por el sayo.

Mediados del XV. El prodigio del Monte Gárgano, Anónimo, escuela aragonesa, colección particular (detalle)

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Bibliografía:
  • Aragonés Estella, Esperanza: La moda medieval Navarra: siglos XII, XIII, XIV. Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra, 74 (1999)
  • Astor Landete, Marisa: Indumentaria e Imagen - Valencia en los siglos XIV y XV, Valencia.1999.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria Medieval Española, Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • García Cuadrado, Amparo: Las Cantigas: el códice de Florencia. Murcia: secretariado de publicaciones, Universidad de Murcia, 1993.
  • Vestiduras ricas: el Monasterio de Las Huelgas y su época, 1170-1340. Revista de la Subdirección General de Museos Estatales. Patrimonio Nacional. Servicio de Publicaciones 1ª ed., 1ª imp. (03/2005).


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