En el siglo XII la garlanda o guirnalda era una especie de diadema con la que
las doncellas se decoraban la cabeza. En un principio fue una corona de flores,
de hojas trenzadas o de otro material, a menudo piedras preciosas, que servía
de adorno para hacer honor a otras personas y a uno mismo. Significaba honradez
y pureza, y era habitual llevarla en la ceremonia nupcial. Los hombres también
la lucieron (aquí el motivo de pureza se me escapa... digo yo).
A finales del siglo XIV la mujer llevaba este
tipo de tocado con más frecuencia que el hombre, y bien avanzado el siglo XV
era raro ver hombres con garlandas.
Hombre: XIII-XIV. Retablo de la Santa Cena,
anónimo, Villahermosa del Río, Castellón (detalle)
Hombre: Garlanda de piel. 1425-50. Anónimo, El embajador de Inglaterra da cuenta a su rey de la llegada de Santa Úrsula, Museo del Prado, Madrid (detalle).
Hombre: Garlanda de piel. 1425-50. Anónimo, El embajador de Inglaterra da cuenta a su rey de la llegada de Santa Úrsula, Museo del Prado, Madrid (detalle).
Mujer: Garlanda, seguramente de piel, encima de una toca. H. 1420-1430, Retablo
de San Andrés. Atribuido al Maestro del Rosellón, Metropolitan Museum of Art,
Nueva York (detalle)
Guirnalda de piel. 1422-23. El festín de Baltasar, Biblia de Alba, Moisés Arragel, Biblioteca de la Casa Alba, Madrid (detalle)
1490-98. Santa Bárbara, retablo del Salvador de Broto, Juan de la Abadía, el Viejo, Museo de Zaragoza (detalle)
H. 1500. Imposición de la casulla a S. Ildefonso, Maestro de Osma, Soria (detalle)
Y en el siglo XV, la garlanda también hizo referencia a una rosca de tela (toca de paño o ricas telas) que rodeaba la cabeza dejando al descubierto la coronilla. Fue una moda
internacional de origen francés.
1507. La huida a Egipto, Fernando de Yañez
de la Almedina, catedral de Valencia (detalle)
Dicha toca llegó a rellenarse de juncos, paja
o de lana, con lo que el tamaño y el grosor variaban. En fechas más avanzadas y a medida que se hizo más compleja se le llamó rollo (tocado que veremos en otra entrada).
Garlanda. 1411-13. Entronización de
San Pedro, Luis de Borrassá, Santa María de Tarrasa, Barcelona (detalle) (imagen del libro de Bernis)
Garlanda.
Último tercio XV. Misa de
peregrinos, Jaime Huguet, Museo Thyssen-Bornemisa, Madrid (detalle)
Ver también en este blog:
Bibliografía:
- Astor Landete, Marisa: Indumentaria e Imagen - Valencia en los siglos XIV y XV, Valencia.1999.
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria medieval española. Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
- Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: Los Hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1975.
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
- Fresneda González, Mª de las Nieves: Atuendo, aderezo, pócimas y ungüentos femeninos en la Corona de Castilla (Siglos XIII Y XIV). Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Geografía e Historia, Departamento de Historia del Arte I. 2013.
- Menéndez Pidal, Gonzalo: La España del siglo XIII: leída en imágenes. Real Academia de la Historia, 1987.
- Soláns Soteras, María Concepción: La moda en la sociedad aragonesa del siglo XVI. Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.). Colección Estudios. Zaragoza. 2009.
- Vestiduras ricas: el Monasterio de Las Huelgas y su época, 1170-1340. Revista de la Subdirección General de Museos Estatales. Patrimonio Nacional. Servicio de Publicaciones 1ª ed., 1ª imp. (03/2005).
Es cierto, solamente la he visto en la escultura o relieve de algún rey de esta época, del Renacimiento.
ResponderEliminarUn besito y un café.
La coquetería en el hombre ha sido ancestral. Ahora la retoman entre cremas faciales y gimnasio, y algunos atrevidos con la ropa.
EliminarOtro beso y café. Hoy del fuerte.
Hola!! A favor de la vuelta de la garlanda :-) tanto para mujeres como para hombres. Qué poco juego hoy en día :-(
EliminarUn abrazo,
Patricia
Te digo yo que les daría un toque serio pero informal. Desde que se dejó atrás el siglo XVIII, el hombre es bastante soso.
EliminarOtro abrazo, Patricia.
Consuelo
No te había dejado comentario pero todo se arregla jejejeje. Como siempre aportando calidad querida Consuelo, en este caso con la Garlanda.
ResponderEliminarSaluditos.
Julio
Gracias Julio, ya te echaba de menos :-)
EliminarTodavía pensando qué pasaría si la moda volviese.