La voz de origen morisco vendría de yubba, al-yubba, jubbah, es decir, túnica. En los textos castellanos
se cita por primera vez en el año 943 como algupa.
Fue una prenda cerrada, ceñida en
el torso y holgada desde la cintura. Las mangas comenzaban siendo amplias en el
hombro y se iban estrechando hasta la muñeca. Como prenda árabe sería más
o menos parecida a la saya de los cristianos.
Acabó siendo usada por los cristianos como
prenda de encima, lo que hace pensar que para que pudiera ir sobre la de debajo
se ensanchó un poco más. Se confeccionaba con telas ricas y podía llevar
pieles curtidas. El cuello y los puños se solía adornar con cenefas, bandas o
bordados.
En el románico la falda iba completamente cerrada o podía
tener una abertura.
Las mangas se podían llevar a la moda francesa, es decir, la escotadura
que une la manga al cuerpo de la prenda se amplía mucho más.
A finales del siglo XIII la aljuba acaba
confundiéndose con la cota ya que ambas prendas se parecen en
corte y holgura, diferenciándose por tanto en las mangas.
En el siglo XIV seguramente la aljuba cristiana ya
sea denomina cota diferenciándose tan sólo por la riqueza de la tela.
Personaje
de la izquierda con aljuba/cota holgada a metad, es decir, a dos colores y cortada las
mangas a la moda francesa; debajo lleva saya. El de la derecha es posible que lleve una cota con
mangas de corte tradicional; debajo lleva saya y encima manto.
H. 1280-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)
H. 1280-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)
Aljuba, con ribetes en cuello y puños. El ribete de la sisa nos da un pista sobre la posibilidad de que las mangas fueran de quita y pon. Debajo lleva saya. H. 1280-85. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)
No hay pruebas de que la aljuba fuera una prenda usada por ambos sexos. En las representaciones gráficas no se ha encontrado la imagen de una mujer con una túnica de manga estrecha sobre la saya. En cambio, en el siglo XIV si se ven.
En el siglo XIV la aljuba ya bien puede ser una cota, concretamente será la de cuerpo holgado, es cerrada, un poco más ceñida en el torso y en la cintura, abotonado en el cuello y con falda amplia más o menos largas, generalmente hasta las rodillas en el caso del hombre o hasta el suelo en el caso de la mujer.
Aljuba. Obsérvese los escotes todos ellos redondos, salvo el de una mujer que es en pico (poco usual en esos años). Plañideros. Sepulcro de Sancho Sainz de Carrillo de la ermita de
San Andrés de Mahamud (Burgos), 1295. Anónimo, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona
(detalle)
Aljuba
con gran escote según la moda del siglo XIV que imperó en casi todas las
prendas. Con mangas cortas (siguiendo la moda francesa), estando la boca ensanchada. Debajo lleva la gonela
de la que sólo se ven parte de las mangas. 1343. Hecho del rey don Jaime,
Universidad de Barcelona (detalle)
En el siglo XV la aljuba hace referencia a dos tipos de prendas:
1. Traje moro, aljuba morisca,
eran siempre prendas vistosas usada por los caballeros cristianos para vestir
de gala en la segunda mitad del siglo XV hasta el siglo XVI (cuya tela será tan
ligera como la de las camisas).
2. Traje de encima rico y holgado que usaron hombres y mujeres durante el siglo XIV. En
los textos aparece escasamente, sobre todo a finales de la centuria, pasando a
ser usado por los hombres en el juego de cañas, por lo que es una prenda amplia.
- Astor Landete, Marisa: Indumentaria e Imagen - Valencia en los siglos XIV y XV, Valencia.1999.
- Aymerich Bassols Montserrat: L'art de la indumentària a la Catalunya del segle XIV. Tesis doctoral, Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Barcelona. 2011.
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria Medieval Española, Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
- Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: II. Los Hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC 1975.
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
- Corriente, Federico: ARABISMOS DIALECTALES DEL lBERORROMANCE CENTRAL
- Menéndez Pidal, Gonzalo: La España del siglo XIII: leída en imágenes. Real Academia de la Historia, 1987.
- Puiggarí i LLobet, José: Monografía histórica e Iconográfica del traje. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
- Sigüenza Pelarda, Cristina: La moda en el vestir en la pintura gótica aragonesa. Institución “Fernando El Católico”, Excma. Diputación de Zaragoza.
Muy buena la imagen de los plañideros y muy curiosa la referencia al uso de esta prenda por los moriscos. ¿tal vez para parecerse y asimilarse a los cristianos que la usaban?
ResponderEliminarUn abrazo y un cafelito.
Los musulmanes españoles la trajeron de Siria. Fueron los cristianos quienes copiaron a los musulmanes. No será la única prenda que copien. De ahí, que en España, la ropa fuera tan variada y original. Cuando una prenda era muy vistosa se le llamaba morisca.
EliminarLos moriscos creo que jamás copiaban la forma de vestir de los cristianos.
Otro abrazo y ahora sí, ese cafelito viene de miedo.
Supongo que conocerás los trabajos del Prof. Perceval, verdad?
Eliminarhttp://www.josemariaperceval.es/
y su artículo sobre la vestimenta
http://www.1609-2009.es/vestimenta.htm
Bueno, igual te dejo una evidencia, no importa; junto a ella va un cafelito extra. Gracias por la respuesta.
Ponme en evidencias siempre que quieras, eso es bueno. Este blog va de compartir información al margen de egos. Además sobre moriscos (y muchas cosas más, soy bastante ignorante). No conocía los trabajos del Prof. Perceval porque he indagado poco sobre el tema.
EliminarGracias por los enlaces (sobre todo el de la vestimenta), y por asomarte por aquí.
Me gusta mucho este Blog. Por mi formación, más hacia el área de ciencias, casi todo lo que leo es nuevo e interesante. Pero ser testigo de dos personas que contrastan sus conocimientos, sin insultarse, sin ofenderse y sin combatir al otro como si fuera un enemigo me resulta mucho más valioso, aún, que los conocimientos que, gracias a ustedes, voy adquiriendo. Muchas gracias por este talante. Un lujo y una esperanza en que no todos los seres humanos somos unos egocéntricos,incultos y arrogantes.
EliminarMuchísimas gracias por su comentario.
Eliminar¿Vendrá de ahí la palabra "chupa"? Como siempre tus entradas son un regalo, Consuelo.
ResponderEliminarEs posible. Aquí pongo dos enlace que relaciona las dos palabras.
Eliminarhttp://enciclopedia_universal.esacademic.com/104749/aljuba
http://etimologias.dechile.net/?chupa
La verdad es que es interesantísimo el estudio de la etimología.
Y gracias Ángel.
Un abrazo.
EL conjunto que forman las siete plañideras me parece delicioso. Parecen actrices sobre el escenario, traviesas, pelirrojas, adorables y un poco chifladas.
ResponderEliminarEncantadora exposición; de nuevo nos hace disfrutar Srta.Hencinarys.
Realmente, deliciosa la visión que tienes de ellas. A mí, personalmente, me atrae los tirones de pelos que se infligen los hombres. Una pena que se perdiera costumbres tan, tan, tan... vamos, que ver tirarse de los pelos a los hombres tiene su aquel.
EliminarGracias.