La
dama del armiño (1947) película dirigida por Eusebio
Fernández Ardavín.
SINOPSIS
Hay épocas que son bastante
fáciles de reflejar la indumentaria de la gente de la Corte o con poder
adquisitivo alto en películas y series. Los siglos XVI y XVII son dos de ellas.
Por supuesto ayuda los numerosos retratos que han llegado hasta nuestros días. Sin
embargo el responsable de vestuario se enfrenta al difícil «arte» de conseguir
que la silueta, corte y los tejidos empleados sean lo más ajustados y creíbles a la
realidad de aquellos años.
En cambio es mucho más difícil que queden reflejados de manera correcta el resto de los estamentos sociales.
La película La dama del armiño está ambientada a finales de los años setenta (ya que así está datada la pintura) y los trajes de la gente con poder adquisitivo alto están bastante correctos ya que tienen cierto parecido con los retratos de la segunda mitad del siglo XVI.
En cambio las lechuguillas no siguen la moda de aquellos años (realmente se conforman con hacer cuellos anodinos).
Por supuesto las calzas/muslos de los hombres jóvenes, o de buen ver, habrían quedado mejor más abombados y con amplia bragueta.
La película La dama del armiño está ambientada a finales de los años setenta (ya que así está datada la pintura) y los trajes de la gente con poder adquisitivo alto están bastante correctos ya que tienen cierto parecido con los retratos de la segunda mitad del siglo XVI.
En cambio las lechuguillas no siguen la moda de aquellos años (realmente se conforman con hacer cuellos anodinos).
Por supuesto las calzas/muslos de los hombres jóvenes, o de buen ver, habrían quedado mejor más abombados y con amplia bragueta.
A la dueña de
doña Catalina, le habría ido bien llevar una toca, como corresponde a su
edad y función casera.
La ropilla que lleva Samuel, joven judío converso, que, además, es orfebre, es muy obsoleta y no se
llevaba abierta (mucho menos en un acto solemne).
La hechura del calzón tampoco se ajusta a los años de la segunda mitad del siglo XVI. Y, por supuesto,
llevaría zapatos y medias. ¡No botas con tacón!
Por último, recordar que La
dama del armiño está atribuida a Sofonisba Anguissola y datada a comienzo de los 90. Y que la prenda que luce la mujer lleva piel de lince.
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