miércoles, 29 de noviembre de 2017

CARTÓN DE PECHO:

Complemento que aparece por los años 40 del siglo XVI y durará hasta los años 50 del siglo XVII.

Parece ser que era una prenda de aspecto más o menos trapezoidal, armada o forrada de cuero, cartones o tablillas de madera (o por la combinación de estos elementos). Entallaba la cintura y daba rigidez al cuerpo, lo que permitía que la mujer realizara movimientos elegantes y solemnes.
Dicho complemento se colocaba en el torso e impedía mostrar la forma y tamaño de del pecho. 
Más adelante será una prenda a modo de corpiño, con el delantero triangular. Conseguía que la tela de la prenda que se colocaba encima quedara sin una simple arruga. 

Se vestía sobre la camisa y sobre ella se colocaba la saya cortesana o el jubón


Será sustituido en el siglo XVII por la cotilla.

Cuadro de Tiziano que pinta el torso de la Emperatriz Isabel como lo llevarían las mujeres 1548. Emperatriz Isabel, Tiziano, Museo del Prado (detalle)

 
H. 1584-85. Infanta Catalina Micaela, Alonso Sánchez Coello, Museo del Prado, Madrid (imagen obtenida aquí)

XVI. Retrato de dama, Seguidor de Alonso Sánchez Coello (detalle) (imagen obtenida aquí)

Bibliografía:
  • Bernis, Carmen: El traje y los tipos sociales en El Quijote. Madrid, 2001. Ed. El Viso.
  • Covarrubias, S. (1611). Tesoro de la lengua castellana.
  • Descalzo, Amalia: Corsé de Hierro. Museo del Traje. 2007
  • González, Elvira: Jubón encotillado, ca. 1660. Museo del Traje. 2011
  • Puerta Escribano, Ruth: La moda civil en la España del siglo XVII: inmovilismo e influencias extranjeras, Ars Longa, nº 17, 2008.
  • Von Boehn, Max. La Moda. Historia del Traje en Europa, Salvat Editores, Barcelona, s/f.
  •  http://www.elizabethancostume.net/corsets/history.html
  •  http://www.elizabethancostume.net/effigy.htm



miércoles, 22 de noviembre de 2017

MUJER SOLDADO

Imagen obtenida aquí

Romancero general
En una aldea de corte

[....] 
En una aldea de corte
Que hace de á la corte aldea
Alojóse un capitán
Mas de paz que no de guerra;
Y si de alguna podía,
La guerra de amores era,
Que era el extremo de gala
Que tuvo la soldadesca.
No hizo oficio de huésped,
Ni salió como debiera ,
Pues de la casa del suyo
Se llevó la mejor prenda.
No semejante al troyano,
Que robó por fuerza a Elena;
Que ella se fué de su gusto
Si sabello dar no es fuerza,
Una villana graciosa,
Del huésped hija doncella,
Enamorada de verle
Las borlas de la gineta,
Y las plumas de un sombrero
Pajizas, blancas y negras,
Con una cifra de plata,
Medalla de la roseta:
Como es propio de mujeres
Dejarse llevar sin rienda,
Enamoradas de plumas,
Que es aire de su veleta.
Concertaron una noche
Que por una falsa puerta
Saliese al cuerpo de guardia
A dar el suyo sin ella.
Vestida en hábito de hombre
vizarro calzón y media.
Que por lo que de él sabia.
[....]
La villana de las borlas
Con la medalla de plata,
Que se fue con el soldado
Enamorada de lanzas,
Ha vuelto ya de la guerra
Con las armas destrozadas,
Y de las muchas heridas
Viene rota, y maltratada:
El sombrero trae frances,
Vuelta la copa á la falda,
Con una pluma de gallo
A la valona terciada.
Por roseta un mondadientes.
Y por toquilla una banda:
Una saltambarca rota,
De puro saltar en barca,
Y de la brea y resina
No poco sacia la saya,  
Que quien anda por galera
Ha de limpiar muchas tablas.
Una camisa de angeo
Y un alzacuello de palma
Una gorguera de puntas
Almidonada con grasa
Gran copia de tabladeras,
Que las más de ellas se rasgan
Despojo de la victoria,
Cautivo de las hilachas.
Un zapato alpargatado
Sin cairel, labor ni gala
Porque era fino alpargate
Teñido en sangre de vaca.
Solía traer botines;
Pero ya de puro cansada
Juró de no los traer
Hasta la vuelta de Francia.
Pudiera ponerse ligas
Pero faltaban las calzas,
Y por ahorrar de sobras,
Empeñolas por las faltas.
Las faldas de la camisa
Bien se puede llamar falda,
Que son de sarga vieja
Toda pintada de urracas.
 [....]

Romancero general
En su aldea una serrana

[....] 
Que en la guerra de españoles
todo es ira, todo es veras,
todo es vencer rebelados,
y todo velar trincheras,
Esto contaba mi tío,
que fue Sargento de Cuenca,
de los de puñal dorado,
y en la gorra pluma y perlas,
No me llamen remadora,
ni a mi cara blanca y fresca,
si yo no te fuere a ver,
mi soldado, aunque quieras.
En la tierra y en el mar
quiero, amigo, que se sepa
lo que mi amor ha podido,
y lo que pudo tu ausencia.
Esto dijo Ia  Serrana,
y como partir se piensa,
trocó por unos urracos,
el capillo, y albanega,
Toca de gasa se puso,
lechuguilla y arandela,
y en el capote rizado
claveles de la joyera,
Iba en mangas de camisa
y encima de la muñeca,
encajes almidonados,
porque la mano blanquean,
En lugar de sus sartales,
 pajiza banda se cuelga,
enfaldase sus vasquiñas
quizá por mostrar las medias
que eran de azul granadino
con alpargates de seda
verde, porque no de paso
sin causas del bien que espera,
Un sombrero boleado
con un cintillo de perlas,
que se las tiró su amigo,
 y aun la derribo con ellas.
Asi marcha la Serrana
al paso que amor la lleva...
[....]



miércoles, 15 de noviembre de 2017

LA BASQUIÑA

Basquiña o Vasquiña
Falda exterior que aparece a finales del siglo XV.
Era cerrada y con poco vuelo, aunque se conseguía ahuecarla al fruncirse en la cintura y colocando forros, o simplemente poniendo debajo faldellines.

Hizo conjunto con el gonete y en el siglo XVI también con sayuelos, cuerpos jubones

Gonete y basquiña. 1489-95. Mujer hilando, Rodrigo Alemán, Sillería del coro, Catedral de Toledo (detalle)

Siglo XVI. Retablo de Santa Ana, Maestro de Gamonal, Museo diocesano de la Catedral de Valladolid (detalle)

Algunas eran más largas por detrás, para que la mujer pudiera echársela sobre la cabeza como si fuera un manto.
Otras tenían un dobladillo (pliegue horizontal) para acortarlas o alargarlas según la necesidad.

Jubón y basquiña con alforza. 1652. María Teresa de Austria, Velázquez, Museo de Historia del Arte de Viena, Austria (imagen obtenida aquí)

Eran de colores vivos: azul, verde, amarilla, roja..., aunque también las había negras y pardas.

Los tejidos iban desde los toscos, como la estopa y la estameña, hasta los de paño fino o la seda. Podían llevar tiras, y en el siglo XVII se le añaden ribetes y pasamanos. En el siglo XV se cosieron verdugos

1529. Original Das Trachtebuch Das des Christoph Weiditz von seinen nach Spanien und den Niederlanden,Nationalmuseum, Nuremberg, Alemania (imagen obtenida aquí

1615. Fresco de José Sánchez Velasco, Catedral Vieja de Salamanca, España (detalle)

Bibliografía:
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria medieval española. Instituto Diego Velázquez, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, 1956.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Trajes y modas en la España de los Reyes Católicos: Las Mujeres; Los Hombres. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC 1975.
  • Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
  • Descalzo, Amalia: El jubón.Museo del traje. 
  • González Marrero, María del Cristo, La casa de Isabel la Católica, espacios domésticos y vida cotidiana. Diputación de Ávila, Institución Gran Duque de Alba (Ávila). 2004.
  • Sigüenza Pelarda, Cristina: La moda en el vestir en la pintura gótica aragonesa. Institución “Fernando El Católico”, Excma. Diputación de Zaragoza.
  • Soláns Soteras, María Concepción: La moda en la sociedad aragonesa del siglo XVI. Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.). Colección Estudios. Zaragoza. 2009. 

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...