La ruta de la seda: hoy, Valencia.
Aquí no solo la «Naturaleza se convierte en Arte», como
bien dice su eslogan, también educa el gusto. En la localidad de Burjasot, a
unos minutos en trenet de Valencia, se mantienen desde 1885 telares para crear
tejidos de gran belleza en seda.
Desde China (tercer mileno A.C.), y realizando un
brevísimo recorrido del arte sedero, pasamos por
Persia, Bizancio, Italia, Francia hasta llegar a España.
Ya desde época
romana había una importante industria y comercio de la seda, pero fueron los árabes
quienes extendieron y perfeccionaron este arte.
En la Valencia del siglo XIV los talleres eran numerosos
y en el siglo XV se avanzó tecnológicamente gracias a los italianos. Será en 1474 cuando surge el Gremio de Sederos, ya que se producía y
exportaba seda cruda. Una muestra de la pujanza de esta industria es la
construcción de la Lonja de la Seda, una joya arquitectónica del gótico civil
valenciano.
En el siglo XIX todavía había talleres con las secciones de tintura, torcido de hilatura y tejeduría, como es el caso de Camilo
Miralles. Para saber sobre su historia os invitamos a entrar en su página web.
Aquí se siguen inspirando en los diseños tradicionales del siglo XVII
y XVIII, la era dorada de la sedería valenciana, para elaborar sus tejidos.
Y para los que quieran algo aún más exclusivo, disponen
de telares completamente manuales donde crean día a día, centímetro a
centímetro, joyas en seda.
Fran Miralles y la autora de este reportaje.
Qué maravilla de tejidos.Esto sí son reproducciones auténticas.
ResponderEliminarY yo aprendí un poquito mas sobre telas. Pero todavía me queda mucho camino.
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