Toca hablar de las Calzas que
todos conocemos. Esas que vemos en los retratos reales.
Durante el reinado de Carlos V la
prenda superior que forma parte de las Calzas-bragas irá
sufriendo una serie de transformaciones. A la braga entonces se le empieza a
llamar Muslos. Éstos son largos hasta las rodillas, y los cambios comienzan con un leve ensanchamiento.
Entre los años 1520 y 1535 se acuchillan,
siguiendo la moda de los lanquenetes.
Carlos V, Jacob
Seisenegger, 1532, Kunsthistorisches Museum, Viena (detalle)
Segundo tercio del siglo XVI. Martirio
de San Esteban, Juan Correa de Vivar, Museo del Prado (depositado en el museo de Zamora), Madrid (detalle)
El prendimiento, Juan Correa de Vivar, segundo tercio del siglo XVI, subasta (detalle)
Cristo despojado de sus vestiduras, Juan Correa de Vivar, segundo tercio del siglo XVI, subasta (detalle)
En la cuarta década del XVI los Muslos o Calzas se despegan mucho más. El espacio entre cuchilladas
se ensancha y la tela queda dividida en fajas o tiras verticales entre las que
se veían la entretela o forro, también llamado tafetán: calzas de fajas. El forro llegó a rellenarse
con crin, borra de lana o algodón para que quedasen abultadas.
Calzas/muslos de estilo flamenco. La de la izquierda con rodillera (ver más abajo). Calza/muslo con cada pierna con distinto adorno: una acuchillada en tiras y la otra estrecha con bullones. Este tipo de calzas no era muy habitual. 1547-1558, Retablo de San Juan Bautista, Diego de Rosales (Maestro de Ávila) y Baltasar Grande, Iglesia parroquial de San Juan Bautista, Carbonero
el Mayor, Segovia (detalle)
Siguiendo la moda alemana aparecen las calzas
con rodilleras o folladillos (afollado: arrugado a la manera de un fuelle).
H. 1540-45. La coronación de espinas, Juan Correa de Vivar, Museo del Prado (detalle)
Llega los años 50 y las calzas/muslos se acortan. El forro se hace
más visible. Se ahuecan. El resto de la
pierna queda cubierto por las medias o medias-calzas.
Maximiliano II y su familia, Giuseppe Arcimboldo, 1553,
Kunsthistorisches Museum, Viena (detalle) (imagen obtenida aquí)
Felipe II rey de España y duque de Borgoña, Frans Huys, antes
1561, Biblioteca Real del Monasterio de San Lorenzo El Escorial, Madrid
(detalle)
Perejón, bufón del conde de Benavente y del gran duque
de Alba, Antonio Moro, hacia 1560, Museo del Prado, Madrid (detalle
Pasado los años 50, y hasta los 70, el borde
inferior de la prenda se sube casi hasta las ingles y la tela se despega más aún de la
pierna (silueta de tonelete). Ya tenemos las “calzas cortas” o “calzas
redondeadas”. La bragueta inicia su acortamiento.
Don Sebastián
de Portugal, escuela española, XVI (detalle)
En los años 90 se vuelve a alargar la prenda quedando a mitad del muslo o
cubriéndolo entero. Las cuchilladas son muy estrechas y no dejan ver el forro. El contorno queda rectilíneo: Calzas de “muslos tendidos”. Los que llegaban hasta tocar las rodillas se les llamó “Calzas
largas”.
Para conseguir este efecto rectilíneo la
calza/muslo se doblaba hacia dentro colocando unos ajustadores con agujetas que las atacabas,
es decir, las unía al jubón. Mientras que la parte superior de la calza/muslo se unía al jubón también con agujetas.
La bragueta deja
de ser visible en los años 80.
Archiduque
Alberto de Austria, Frans Pourbus el joven, 1599, Convento de las Descalzas
Reales, Madrid (detalle)
Calzas
largas y medias cubiertas por las botas. Retrato de Felipe III, Bartolomé
González, hacia 1615, Museo del Prado, Madrid (detalle) (imagen obtenida aquí)
Las “calzas de obra” eran las más
elaboradas en cuanto adornos. Se las
llamó gregorias y pedorreras, y Francisco de
Quevedo, cachondas.
En el siglo XVI y en el XVII están los muslos follados, folladillos, afollados, o sin más calzas “afolladas”: eran anchas y globosas e iban arrugadas a manera de fuelles. También se podía
decir de muslos enteros por no
llevar las cuchilladas. No fue una prenda distinguida. Definición por Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua Castellana, ed. Luis Sánchez,
Madrid. 1611. Enlace en Internet, F. fol. 14r
Hacia 1618. Estatua funeraria de Don Fernando Cortés, Museo
Arqueológico Nacional, Madrid (obtenida del trabajo de Barriuso Arreba)
La vida de Ignacio de Loyola, 1609, grabado de Pedro Pablo
Rubens (detalle)
El Calzón fue una prenda que actualmente se puede llegar a confundir con los Muslos, pero la calza es más corta y más abultada teniendo, como hemos dicho, relleno y cueros para ahuecarla. Al comenzar el siglo XVII las calzas empiezan a desaparecer, desplazados por los calzones y los greguescos.
Para una mayor compresión del desarrollo que
sufrieron las calzas y su terminología ver un resumen aquí.
Bibliografía:
- Barriuso Arreba, Inmaculada: Estatuas sepulcrales de don Fernando Cortés y Doña Mencía de la Cerda. Conferencia Museo del Traje, Madrid. 2009. Enlace en Internet.
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
- Bernis Madrazo, Carmen: La moda en la España de Felipe II a través del retrato de corte. En el catálogo de la exposición Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. Madrid: Museo del Prado. 1990.
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Madrid: Instituto Diego Velázquez (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), 1962.
- Bernis Madrazo, Carmen: El traje y los tipos sociales en el Quijote. Madrid: Visor, 2001.