miércoles, 11 de junio de 2025

Figura 7: Tocado ibero. Cerro de los Santos

 

HISTORIA DE LA INDUMENTARIA ESPAÑOLA, Ed. Almuzara. 2025.

FIGURA 7: Tocado ibero. Siglos IV-II a. C., Cerro de los Santos, Museo Arqueológico de Albacete.







lunes, 2 de junio de 2025

El PEINADO femenino en el siglo XV

 

Los peinados siguieron más o menos el mismo estilo que lucieron los hombres. 

Melena corta, rizada y muy ahuecada. Melenas largas, sueltas y con los mechones delanteros rizados. Con dichos mechones entrelazados con cinta.  
1425-50. Anónimo, Llegada a puerto de la nave de Santa Úrsula, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Cabellos largos y rizados.  
1435. Retablo San Jorge matando al dragón, Bernardo Martorell, Instituto de Arte de Chicago, EEUU (detalle) 

Melena muy larga, con raya en medio dejando bien visible las orejas. 
H. 1435-1440. Martirio de San Lucía, Bernardo Martorell, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

La moda francesa deja al descubierto las orejas.
Se ondula el mechón que está sobre la oreja.

1450, Retablo de Santa Catalina de Alejandría,  Iglesia Parroquial de Villahermosa del Río, Castellón (detalle) (Imagen obtenida de Foroxerbar)


Por los años 70, durante el reinado de los Reyes Católicos, se sigue llevando el pelo liso con raya en medio, pero las ondulaciones laterales de los primeros mechones ahora cubren las orejas.
La melena se recogía en una trenza o con una cofia: será moda exclusiva española.

H. 1470, Virgen entre ángeles músicos y santas, El personaje de la derecha lleva un peinado pasado de moda. Los otros dos personajes son más modernos ya que la onda cubre las orejas. Retablo de la Virgen y el niño, Museo Diocesano de Borja, Zaragoza (detalle) (imagen obtenida de Pintura gótica en Aragón)

Las ondulaciones se aplastan y caen completamente sobre la oreja y alcanza las mejillas, moda que tuvo su apogeo en los años 80. 1470-80 Banquete Herodes, Retablo de San Juan Bautista, Iglesia de San Juan de Mercado, Lérida, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona (detalle)

Antes de los años 90 las ondas se aflojan y rozan la parte superior de cuello (a inicios del siglo XVI llegará a tocar los hombros). Este tipo de peinado solía ir con tranzado y la funda del mismo comenzaba en la nuca. 

H. 1490. Maestro de Miraflores, Nacimiento de San Juan Bautista, Museo del Prado, Madrid (detalle)

Como se ha comentado en el apartado dedicado al hombre, la moda de afeitarse la frente no tuvo demasiado éxito en España. En este caso se deja un «pico de viuda». H. 1490. La Anunciación, Maestro de los Reyes Católicos, Fine Arts Museums of San Francisco, EEUU (detalle)


Enlaces relacionados en este blog:


Bibliografía:


jueves, 22 de mayo de 2025

Pragmática: «que ninguna muger pueda salir al teatro en havito de hombre»

Que las mujeres no salgan al escenario en traje de hombre. 


1 de enero de 1653:


«Quando permiti que volviesen las comedias (que se avian suspendido por los desordenes y relaxacion de trages y representaciones que se avian esperimentado) fué con orden preciso que eso se executase con atencion muy particular a la reformacion de los trages y a la decencia de las representaciones que se havrá de obserbar, de suerte que no hubiese, ni en lo uno ni en lo otro, cosa alguna que ofendiese la publica honestidad. Y porque hé entendido que en esto se falta gravemente en las partes donde se representa y que los trages no son con la moderacion y ajustamiento que se deve, os ordeno que embieis ordenes á la Corona en todo aprieto (de suerte que se observen precisa y indispensablemente) que ninguna muger pueda salir al teatro en havito de hombre, y que si huviere de ser preciso para la representacion que hagan estos papeles, sea con trage tan ajustado y modesto, que de ninguna manera se les descubran las piernas ni los pies, sino que esto esté siempre cubierto con los vestidos ó trages, que ordinariamente usan, o con alguna sotana, de manera que solo se diferenzie el trage de la cintura arriba imponiéndoles las penas que os pareciere y disponiendo que inviolablemente se executen en las que contravinieren al cumplimiento de la orden referida.»









 

viernes, 16 de mayo de 2025

Figura 5. Sepulcro, Valladolid.

 

HISTORIA DE LA INDUMENTARIA ESPAÑOLA, Ed. Almuzara. 2025.

 

FIGURA 5: Tocado castellano y velo. Manto.


Siglo XIII, sepulcro, Museo Diocesano de Valladolid, España. 



miércoles, 7 de mayo de 2025

El TENIS MEDIEVAL.

 

El 29 del marzo el periódico El confidencial publicó uno de los apartados que aparece en el capítulo «Bulos celebres» de mi libro «Historia de la indumentaria española». En él hablo de la famosa camisa de la reina Isabel la Católica y sobre la gran riqueza de sus vestidos y ornatos.


En ese apartado transcribí las palabras de Roger Machado (miembro de la embajada inglesa) que aparecen en su diario de 1489, donde muestra su fascinación por tales riquezas. En un párrafo dice lo siguiente:


which girdle the pouch was de corated with a large balass ruby the size of a tennis ball, between five rich diamonds and other precious stones the size of a vean.


«…ceñidor de la cual se cubría la bolsa con un gran rubí balass[1] del tamaño de una pelota de tenis, entre cinco ricos diamantes y otras piedras preciosas del tamaño de una judía.»


Hubo entonces dos comentarios que me llamaron la atención:





Entiendo que no se puede saber de todo, pero tenemos Internet para hacer una búsqueda más o menos rápida y así evitar decir tonterías.


 Así que, ¿existió el tenis en el siglo XV?


Hacia 1300-10. Libro de Horas, Cambrai, Francia

 
El tenis es un deporte que tiene origen medieval. La primera referencia sobre este juego es del cronista florentino Donato Velluti en su Cronica domestica (1367-1370). Relata la visita de caballeros franceses a Florencia en 1325 y un Tommaso di Lippaccio, pasaba los días jugando “tuttodì a la palla colloro, e in quel tempo si cominciò di qua a giocare a tenes”. Sería una versión evolucionada de la pallacorda italiana.


Parece ser que la palabra tenis derivó del francés aunque no es seguro. El jugador que recibía la pelota se le advertía gritando «¡tenez!», en francés, «¡tenete!» (¡espera! o ¡presta atención!); pero es posible que derive del latín «tenus» (cuerda tensa).


Según Marco Berettaa y Alessandro Tosib: «Unas décadas más tarde [de 1463], un nuevo juego, el gioco della palla corda (o jeu de paume), fue acogido con entusiasmo por los aristócratas de las principales cortes de la Italia renacentista, ganando muchos adeptos y convirtiéndose en un importante fenómeno cultural y social. Pronto los Medici en Florencia, los Sforza en Milán, los Este en Ferrara y los Gonzaga en Mantua ordenaron la construcción de canchas de tenis en sus suntuosas fincas y nació una nueva moda que se extendió rápidamente por toda Europa.»


Imágenes de pelotas pequeñas tenemos ya desde el siglo XIII: en las Cantigas de Santa María (hacia 1280-1285). Mancebos jugando a la pelota:




1347-1350. Manuscrito francés, Biblioteca Pierpont Morgan, Nueva York, EEUU


Siglos XIV-XV. Primera representación conocida de una cancha de tenis medieval. De una traducción francesa de Valerius Maximus. Jeu de Paume, Biblioteca Británica, Londres, Inglaterra


A la derecha y debajo del techo, dos figuras masculinas juegan a la forma de tenis primitivo, llamada 'jeu de paume'. Una figura, con el brazo izquierdo cruzado sobre el pecho, mira hacia arriba a la pelota en el techo del edificio. La segunda figura se inclina hacia atrás con el brazo derecho levantado.

Como curiosidad, en 1401 hay una ordenanza en la ciudad de Utrecht que prohíbe jugar al golf (ver The early games).


Bibliografía:


[1] Piedra preciosa de Persia.

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