Felipe II, Sofonisba Anguissola, 1565, Museo de Prado, Madrid (detalle) (imagen obtenida aquí)
Para empezar debemos saber que el término cuello,
como tal, sólo aparece escrito en los textos a inicios del siglo XVII, y que
este vocablo hacía referencia a los cuellos de lechuguilla que
lucían los cortesanos.
Dicho cuello de lechuguilla, de origen
español, procedió del pequeño reborde (rizado o plegado) que se colocó en los
escotes de las camisas y de
las gorgueras a
mediados del siglo XVI. Estos pequeños adornos fueron aumentando de tamaño y
acabaron por independizarse del resto de la prenda.
Camisa con borde rizado. 1549. Felipe II, Antonio
Moro, Galería de Lord Spencer, palacio Althorp, Inglaterra (detalle)
La lechuguilla se confeccionaba con lienzo o tela de holanda, formando unas
ondas que la asemejaban a las hojas de la lechuga rizada, se azulaban con
unos polvos (no sabemos de qué tipo) carísimos que venían de las colonias de
Ultramar, y cuando su tamaño se agrandó, se almidonaba. A cada pliegue se le
denominó abanillo o abanico. En cada extremo había unos cordeles trenzados
puestos de tal modo que al tirar de ellos se conseguía juntar los abanillos y
al soltar se aflojaban.
Por los años 70 la tira se
ensancha y se bordea con encajes.
Cuello escarolado unido a la gorguera. 1554. Retrato de una mujer sentada, Antonio Moro, Museo
del Prado, Madrid (detalle) (imagen obtenida aquí)
Cuello de lechuguilla
con puntas. H. 1578-80, El caballero de la mano en el pecho, Museo del Prado,Madrid (detalle)
En el siglo XVII los abanillos de las mujeres eran más grandes y más abiertos que en el de los hombres.
Tipos:
a. Cuellos de lechuguillas sencillos
(pequeños y sin almidonar). Serían los llamados cuellos escarolados, que también se estilaron en el siglo XVII entre la gente común.
1590. Felipe II, Juan Pantoja de la Cruz, Biblioteca del Monasterio de
San Lorenzo de El Escorial, Madrid (detalle)
b. Más complicados: almidonados y abiertos
con molde; con los abanillos de una regularidad perfecta. Requería el oficio
del abridor de cuello que almidonaba
y abría los pliegues con molde de hierro.
Abanillos apretados, rectilíneos. H. 1620-21. Felipe
IV y el enano Soplillo, Rodrigo de Villandrando, ©Museo del Prado, Madrid
(detalle)
En los años 90 del siglo XVI la
lechuguilla es muy alta por detrás, llegando incluso a sobrepasar la cabeza.
Isabel Clara Eugenia, Juan Pantoja de la Cruz, 1599, Museo del Prado,
Madrid (detalle) (Imagen obtenida aquí)
Gorguera/lechuguilla con puntas de randa. Hacia 1615. Isabel de
Borbón, anónimo, ©Museo del Prado, Madrid (detalle)
La moda fue imponiendo un aumento del diámetro hasta extremos exagerados, teniendo que utilizarse, por los años 90 del siglo XVI, un alzacuello como soporte: arandela.
El cuello de lechuguilla acabó por desaparecer a mediados del siglo XVII.
Otros
enlaces de interés en este blog:
La Gorguera
Los cuellos en El Greco
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Bibliografía:
- Bernis Madrazo, Carmen: Indumentaria española en tiempos de Carlos V. Instituto Diego Velázquez, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Madrid). 1962.
- Bernis Madrazo, Carmen: La moda en la España de Felipe II a través del retrato de corte. Alonso Sánchez Coello y el retrato en la corte de Felipe II. VV.AA. Varios autores. Madrid, 1990. Edita el Museo del Prado.
- Bernis Madrazo, Carmen: El traje y los tipos sociales en El Quijote. Madrid. El Viso, 2001. (Colección nuevas referencias).