Cuando sale al mercado una novela a la que se le adjetiva como histórica me suelo hace la siguiente pregunta: ¿Cuántos errores y mitos históricos incluirá?
El libro de La Catedral del Mar de Ildefonso Falcones está plagado de ellos, y sorprendentemente, al final del libro, va a explicar al lector que algunos mitos, como el Derecho de Pernada, se dieron. Por eso yo incluiría la novela en la sección de literatura fantástica.
Veamos algunos de los errores y mitos que aparecen (no he puesto todos porque sería una entrada larga y tediosa):
1.
En películas
y novelas, así como en algunos artículos serios, nos muestran una Edad Media,
incluso un Siglo de Oro, reprimida sexualmente, aterrorizada por moralistas y
clérigos o, para dar más dramatismo, aterrorizada por inquisidores fanáticos y
obsesionados con todo lo que ocurría bajo las sábanas de sus feligreses. Por
supuesto, nada más lejos de la realidad. Es cierto que en el mundo medieval las relaciones sexuales estaban "reguladas" civil y
religiosamente entre quiénes, cómo y cuándo, pero, salvo en el caso del adulterio femenino, se hacía la vista gorda si eran simples deslices. La iglesia daba unas normas para que las personas alcanzaran la santidad (el ascetismo estuvo presente con fuerza entre teólogos, moralistas y clérigos hasta el siglo XV). Por tanto, no eran raras las relaciones "prematrimoniales".1
En cuanto a que el tal Arnau "jamas había visto una mujer en cueros", hombres y mujeres estaban acostumbrados a verse sin ropa. Las
viviendas apenas tenían una alcoba, solían dormir desnudos (en verano), se aseaban en casa y en los baños públicos (desnudos), se bañaban en
los ríos (en verano, desnudos), un castigo público era despojar al reo de sus ropas
(hombre y mujer), amamantar a los hijos era un acto de lo más natural...
2.
El Derecho de Pernada es un mito.2
3.
La falta de higiene entre cristianos es un mito.3
4.
Las mujeres decentes y no
decentes se tapaban los pechos cuando salían a la calle. El vestido de una
prostituta no se diferenciaba del de una mujer decente, salvo por algún complemento, un tipo de manto (paño) o por cómo se pintaban ambas el rostro.4
5.
Por
supuesto, no hay novela que se considere histórica donde no salga la
Inquisición. Sobre todo la "come" brujas. La Inquisición Pontificia, y en concreto la española no las persiguió.5
Desde el siglo
VI, en los concilios, sí que se establecían condenas morales, como rezos y
penas monetarias, hacía todo comportamiento supersticioso, abarcando también la
brujería. En 1231, Gregorio IX, castigó la hechicería si estaba vinculada con
una herejía. Juan XXII, 1326, promulgará una bula en la que establece las
diferencias entre lo que sería herético o lo que sería simplemente
superstición. Serán los tribunales civiles los más celosos con las prácticas de
la brujería y los que condenarán a las brujas.
6.
En
tierras cristianas no estaba prohibido que musulmanes y judíos practicaran su
fe.
7.
Aquí tengo que desarrollar tres puntos:
7.1 Al final de la novela su autor escribe: «El
autor no comparte las consideraciones que a lo largo de la novela se efectúan
sobre las mujeres o los payeses; todas ellas, o la gran mayoría, están
textualmente copiadas del libro escrito por el monje Francesc Eiximenis,
aproximadamente en el año 1381, Lo crestià.»
Sería
largo y complejo hablar aquí sobre los pensamientos de Eiximenis, pero solo diré
que en ella el fraile hablaba de la malicia humana (como él expondrá en sus obras,
es la tercera llaga natural de la naturaleza de hombres, mujeres y niños), indicando
que la de las mujeres deshonestas era peor que la de las honestas. Eso sí, consideraba
que la mujer era más proclive a caer en el pecado (sensualidad). Por tanto, Eximenis "ataca" a aquellas que se emperifollaban, gastaban más
de la cuenta en joyas y sedas, aquellas que permanecían todo el día ociosas,
hablaban con acento impostado, que se mostraban en público sin ninguna mesura. Y para evitar todo esto, Eiximenis fue de la opinión de que había que ¡instruir! a las mujeres, ya que la ignorancia era la culpable de que ellas cayeran en tales "vicios".
7.2 Utilizar
el Antiguo Testamento para "intentar" mostrarnos opiniones, pensamientos o creencias medievales, además de ser pedante es bastante atrevido. Primero, porque las traducciones suelen ser complejas: el
latín medieval tiene poco que ver con el
latín actual.
En
el caso concreto de la cita «Mulier si primatum habuerit, contraria est viro suo», que aparece en la novela, he encontrado otras versiones:
«Mulier si primatum habeat, contraria est viro suo»
«Mulier si primatum habeat contraria est viro suo»
«Mulier, si primatum habeat super virum suum»
«Mulier
si primatum habeat contraria est viro suo»
«Mulier
si primatum, habeat et administret viro
suo»
Y las traducciones que he
encontrado son estas:
"Una mujer, si tiene superioridad, es contraria a su
marido"
"Si la mujer tuviere la autoridad/mando, será contraria/rebela
a su marido"
"Si la mujer tiene la autoridad principal, se levantará
contra el marido, y le contradice sin cesar".
Segundo, porque hay que saber en qué libro y en qué apartado de la Biblia están dichas citas. En este caso está incluida en el Eclesiásticos, en un apartado donde se habla de las malas mujeres.
7.3 La frase «Qui delicate nutrit servum suum, inveniet contumacem», se traduciría así: "Si a un esclavo se le
consiente desde su infancia, terminará por convertirse en un rebelde" o "Siervo mimado desde niño, al final será desagradecido".
Pero es curioso que la frase que yo he encontrado del libro de los Proverbios es:
«Qui
delicate a pueritia nutrit servum suum, postea sentiet eum contumacem».
Cuya traducción sería:
"El siervo
mimado desde la niñez por su amo, a la postre será su heredero."
o
"El
que cría a su siervo con delicadeza desde niño, al final lo tendrá por hijo."
¿Significa esto que el autor de la novela nos ha querido presentar a un dominico bastante inculto o manipulador? ¿O que en aquellos años había varias versiones de la Biblia? Y no, a la mujer (esposa, madre, hija) no se las consideraba siervas.
8.
Si quis virgimen: Las
mujeres honestas tenían derechos. Una violación era una violación, y estaba fuertemente penado. Lo que hace el tal Felip es un secuestro que no un estupro, el secuestro de una mujer se consideraba una violación.6
9.
Sobre
los judíos hay mucho de lo que hablar (poligamia, sexualidad, endogamia,
matrimonios mixtos, purificaciones, relaciones con cristianos, limpieza de
sangre (sí, ellos también era muy tiquismiquis con estos temas), virginidad, penas para mujeres que mantenían relaciones sexuales sin
estar casadas, o con un hombre de otra religión...), pero solo me centraré en esto:
La Inquisición
no perseguía las relaciones sexuales mantenidas con judíos. Serán los
tribunales civiles quienes las regulen y estas dependerán de diversas circunstancias.
Por ejemplo, si estaba involucrada una mujer cristiana con un judío la pena
era muy contundente. Si era un hombre cristiano con una judía se toleraba
dependiendo del tipo de relación.
En
el concilio del siglo IV se castigaba con pena de excomunión al
cristiano que cometiera adulterio con una mujer judía (o gentil).
En las Siete Partidas se prohíben las relaciones sexuales
entre fieles de distintas religiones. Pero tales disposiciones no se solían cumplir.
- Las siete partidas de Alfonso X
El Sabio.
- https://books.google.es/books?id=hrsjDwAAQBAJ&pg=PT3&dq=Santa+Biblia+Versi%C3%B3n+Recobro&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwiD-o3wlvbcAhXmD8AKHTaOBiwQ6AEINDAC#v=onepage&q=Santa%20Biblia%20Versi%C3%B3n%20Recobro&f=false
- https://www.europeana.eu/portal/es/record/9200110/BibliographicResource_1000126596748.html
- https://www.bibliacatolica.com.br/el-libro-del-pueblo-de-dios/proverbios/29/
- Javier
Lambán Montañés: Aragón Sefarad, Diputación de Zaragoza.537 páginas.
- Ana
María Jiménez Garnica: Los judíos en el reino de Tolosa entre la tolerancia y
el proselitismo arriano.
- Joan
Molina Figueras: Las imágenes del judío en la España medieval.
- Óscar Monterreal Gil: La judería de Toledo en la Edad
Media: el arte en su entorno.
- Hinojosa Montalvo, José: La sociedad y la economía de los judíos en Castilla y la Corona de Aragón Durante la Baja Edad Media.
- Hinojosa Montalvo, José: Los judíos en la España medieval: de la tolerancia a la expulsión.
- Cantera Montenegro, Enrique: La mujer judía en la España medieval.
- Motis Dolader, Miguel Ángel: La sociedad judía aragonesa en la Edad Media.
- Likerman de Portnoy, Susana M.: El mundo íntimo de los sefardíes en las aljamas castellanas siglo XIV-XV.