El 29 del marzo el periódico El confidencial publicó uno de los apartados que aparece en el capítulo «Bulos celebres» de mi libro «Historia de la indumentaria española». En él hablo de la famosa camisa de la reina Isabel la Católica y sobre la gran riqueza de sus vestidos y ornatos.
En ese apartado transcribí las palabras de Roger
Machado (miembro de la embajada inglesa) que aparecen en su diario de 1489, donde muestra su fascinación por tales riquezas. En un párrafo dice lo siguiente:
…which
girdle the pouch was de corated with a large balass ruby the size of a
tennis ball, between five rich diamonds and other precious stones the size
of a vean.
«…ceñidor de la cual se cubría la bolsa con un gran rubí balass del tamaño de una pelota de tenis, entre cinco
ricos diamantes y otras piedras preciosas del tamaño de una judía.»
Hubo entonces dos comentarios que me llamaron la atención:
Entiendo que no se puede saber de todo, pero tenemos Internet para hacer una búsqueda más o menos rápida y así evitar decir tonterías.
Así que, ¿existió el tenis en el siglo XV?
Hacia 1300-10. Libro de Horas, Cambrai, Francia
El tenis es un deporte
que tiene origen medieval. La primera referencia sobre este juego es del
cronista florentino Donato Velluti en su Cronica domestica (1367-1370). Relata la visita de caballeros franceses
a Florencia en 1325 y un Tommaso di Lippaccio, pasaba los días jugando “tuttodì
a la palla colloro, e in quel tempo si cominciò di qua a giocare a tenes”.
Sería una versión evolucionada de la pallacorda italiana.
Parece ser que la palabra
tenis derivó del francés aunque no es seguro. El jugador que
recibía la pelota se le advertía gritando «¡tenez!», en francés, «¡tenete!» (¡espera!
o ¡presta atención!); pero es posible que derive del latín «tenus» (cuerda
tensa).
Según Marco Berettaa y
Alessandro Tosib: «Unas décadas más tarde [de 1463], un nuevo juego, el gioco
della palla corda (o jeu de paume), fue acogido con entusiasmo por los
aristócratas de las principales cortes de la Italia renacentista, ganando
muchos adeptos y convirtiéndose en un importante fenómeno cultural y social.
Pronto los Medici en Florencia, los Sforza en Milán, los Este en Ferrara y los
Gonzaga en Mantua ordenaron la construcción de canchas de tenis en sus
suntuosas fincas y nació una nueva moda que se extendió rápidamente por toda
Europa.»
Imágenes de pelotas pequeñas tenemos ya desde el siglo XIII: en las Cantigas de Santa María (hacia 1280-1285). Mancebos jugando a la pelota:
1347-1350. Manuscrito francés, Biblioteca Pierpont Morgan, Nueva York, EEUU
Siglos XIV-XV. Primera representación conocida de una cancha de tenis medieval. De una traducción francesa de Valerius Maximus. Jeu de Paume, Biblioteca Británica, Londres, Inglaterra
A la derecha y debajo del techo, dos figuras masculinas
juegan a la forma de tenis primitivo, llamada 'jeu de paume'. Una
figura, con el brazo izquierdo cruzado sobre el pecho, mira hacia arriba a la
pelota en el techo del edificio. La segunda figura se inclina hacia atrás con
el brazo derecho levantado.
Como curiosidad, en 1401 hay una ordenanza en la ciudad de Utrecht que prohíbe jugar al golf (ver The early games).
Bibliografía:
Piedra preciosa de Persia.
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